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Si durante el resto del año uno se va quedando sin ideas para cocinar cada día (¿y hoy qué preparo yo?), en verano la pregunta se repite con más frecuencia si cabe, pues solemos evitar aquellas opciones calentitas que implican horno o mucho tiempo frente a los fogones. Si las temperaturas ya rozan lo inaguantable, multiplicar el calor con preparaciones ardientes es lo que menos apetece en pleno agosto.
La clave es contar con alimentos de temporada que puedas mezclar en preparaciones fresquitas y completas, como ensaladas gourmet, aperitivos fríos que no necesitan cocción, combinaciones perfectas de fruta fresca y queso o sopas frías, como salmorejos (con y sin pan) y gazpachos en todas sus versiones. En este recetario de platos saludables y apetecibles no pueden faltar las cremas de verduras, que a veces quedan relegadas a los meses de invierno. La realidad es que pueden prepararse también en verano y convertirse en tu 'comfort food'; estas cuatro propuestas de cremas frías de verdura son perfectas para ello.
Crema fría de guisantes
Ingredientes
- 300 g de guisantes congelados
- 600 ml de caldo de verduras
- 1 puerro
- 1 chalota
- 150 ml de nata
- Sal
- Pimienta blanca molida
- Cebollino
- Vermú
Elaboración
- Picar el puerro y la chalota y pocharlos en mantequilla. Añadir los guisantes descongelados y dorarlos dos minutos más.
- Agregar el caldo de verduras y cocer durante otros veinte minutos. Salpimentar, triturar y colar.
- Una vez fría, verter la nata sobre la mezcla y mover hasta que esté cremosa. Servir muy fría, añadir un chorrito de Martini y adornar con cebollino picado.
Crema de alubias blancas
Ingredientes
- 800 g de judías blancas cocidas de bote
- 150 g de almendras peladas
- 2 pepinos
- 1 limón
- Menta
- 225 ml de zumo de manzana
- Sal, pimienta
Elaboración
- Pela los pepinos y trocéalos. Lava el limón, sécalo, ralla un poco de la piel y exprímelo.
- Escurre las judías, colócalas en el vaso de la batidora junto con las almendras y 475 ml de agua, y tritura hasta obtener una crema homogénea.
- Agrega el zumo de limón y el de manzana y mezcla; salpimenta al gusto. Deja enfriar y sirve con un poco de ralladura de limón y de menta picada por encima.
¿Quieres algo todavía más rápido y sencillo? Pocha cebolla (puedes añadirle puerro, zanahoria…) y tritúrala con las alubias cocidas y caldo de verduras. Una pizca de comino o unas anchoas trituradas por encima le darán el toque extra.
Crema de canónigos y puerros
Ingredientes
- 200 g canónigos
- 2 puerros
- 2 patatas
- 500 ml caldo de pollo o de verduras
- 100 g queso de cabra en rulo
- Aceite de oliva
- Sal, pimienta
Elaboración
- Limpia el puerro, pela las patatas y trocea ambos. Rehoga el puerro en una cazuela con un fondo de aceite hasta que esté ligeramente doradito.
- Añade las patatas y los canónigos. Agrega el caldo, salpimenta y deja que cueza hasta que las patatas estén blandas.
- Retira del fuego, añade el queso de cabra troceado, tritura y deja enfriar.
En lugar de canónigos, puedes usar berros. Y para darle un toque especial, añádele pera: pela una pera conferencia, quítale el corazón y trocéala; saltéala en una sartén con mantequilla hasta que esté blanda y añádela a la crema antes de triturarla.
Crema de mango y calabacín
Ingredientes
- 2 mangos
- 1 calabacín grande
- 1 patata
- 1 cebolleta
- Aceite de oliva
- Sal, pimienta
Elaboración
- Cuece la patata hasta que esté blanda y pélala. Pela y pica la cebolleta bien fina; lava también los calabacines, sécalos y córtalos en daditos.
- Rehoga la cebolleta picada en una sartén con un poquito de aceite; cuando empiece a dorarse, añade el calabacín y saltéalo unos minutos. Pasa ambos a la jarra de la batidora.
- Pela los mangos, retira el hueso y trocéalos. Incorpóralos a la jarra de la batidora y tritura hasta que quede una crema homogénea y salpimenta al gusto. Si queda muy espesa, añade un poco de agua. Deja que se enfríe en la nevera.
Lucía Ruiz estudió Relaciones Internacionales y Comunicación y ahora continúa formándose con un Máster de Marketing de Moda. Escribe para aterrizar, para recordar, para existir. Es su manera de dar forma a la vida, de hacerla real. Por eso anota todo aquello que le hace feliz: la comida, los viajes y las nuevas experiencias no pueden faltar en la lista.
