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La máscara de pestañas es, junto al pintalabios rojo, uno de esos cosméticos imprescindibles que transforman el rostro y que nos hacen sentirnos y vernos mejor. En concreto, la máscara de pestañas da volumen y abre la mirada, lo que quita siempre años de encima y hace ganar expresividad. Pero no es la única que consigue esto. Yo también lo he logrado gracias al sérum de pestañas.
En principio, el sérum de pestañas es un producto de tratamiento. Es decir, es el cosmético en el que se confía para evitar que se caigan las pestañas, hacerlas crecer más rápido y fortalecerlas. Pero desde que uso uno en concreto, no he vuelto a usar máscara de pestañas.
El sérum en cuestión es el de Uklash, que uso mañana y noche para tratar mis pestañas pero también por el resultado que deja en ellas al instante después de usarlo.
El sérum que ha sustituido a mi máscara de pestañas
He empezado a usar sólo este sérum para maquillar también las pestañas porque, nada más usarlo, se ven más brillantes e hidratadas gracias al ácido hialurónico y a los péptidos. Hacen que la mirada se vea súper iluminada y muy natural al no llevar pigmento negro y quedar recubiertas por el ácido hialurónico y se ven más gruesas. El resultado es muy similar al que se da cuando usas un rímel transparente.
Además, el ácido hialurónico y los péptidos trabajan para hidratar y nutrir las pestañas a medida que se usa el sérum, así que se multiplica este efecto con el uso. Las pestañas están más gruesas gracias al tratamiento y se ven aún más densas y voluminosas gracias al efecto inmediato que deja. Y más, al usarlo dos veces al día.
Gracias al poder hidratante del ácido hialurónico, se separan también fácilmente las pestañas, lo que abre mucho la mirada. Sólo necesitas aplicar el líquido y después usar un gupillón o cepillo separador de pestañas para que queden completamente definidas.
Este brillo del ácido hialurónico también favorece al momento la actuación de las proteínas y de la centella asiática, que estimula el crecimiento del pelo y lo refuerza.
Por su parte, como se trata de un sérum de pestañas, no las debilita mientras se usa, al revés. Así que, no terminarás el día ni con el rímel marcado en la ojera ni con pestañas caídas sobre las mejillas.
Además, su fórmula libre de aceite y sin análogos de prostaglandina hace que lo puedan usar ojos y pieles sensibles.
María Muñiz es experta en belleza. No hay tendencia en manicuras y pedicuras, truco de maquillaje o corte de pelo de moda que se le resista. Lo que más le gusta en el mundo es un pintalabios rojo que se pueda sumar a su colección de más de 100, además de probar lo nuevo en tratamientos para el pelo fino, aceites para labios, cremas de todo tipo, sérums y contornos de ojos posibles. Eso sin contar cada perfume que ve la luz. Si pueden ser perfumes florales y frescos, mejor.
Por eso, no puede vivir sin redes sociales, en las que bucea hasta que da con lo último que se lleva en cada espejo y neceser del mundo (hasta lo que pasa más desapercibido). Internet es su medio natural, se siente como pez en el agua después de una trayectoria de casi diez años en medios digitales, que comenzó cuando se graduó en Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
Desde entonces, María Muñiz ha pasado por cabeceras de moda y belleza como Harper’s Bazaar o Cosmopolitan como redactora de belleza. Ahora ha vuelto a ELLE, uno de los primeros medios donde pudo especializarse en la comunicación digital, para tomar las riendas de la sección de belleza, contarte todo lo que necesitas saber sobre novedades y tendencias y crearte alguna que otra necesidad.