El pelo siempre me ha dado muchos quebraderos de cabeza. Es fino y le cuesta mucho mantenerse suave y brillante. De hecho, se pasa la mayor parte del tiempo encrespado, especialmente de medios a puntas, porque tengo las puntas muy secas y castigadas. La parte de arriba, aunque es grasa, tampoco se libra, sobre todo ahora en verano con la humedad y el calor del secador.

Había probado de todo: champús, protectores térmicos, acondicionadores leave-in y hasta aceites, pero ha sido en la peluquería donde han dado con el quid de la cuestión con un tratamiento hecho a base de cacao.

Se llama Cacao System y se trata de un tratamiento profesional orgánico antifrizz nuevo en los salones Llongueras. Promete acabar con el encrespamiento pero sin afectar a la forma natural del pelo. O sea, si tienes el pelo rizado o ligeramente ondulado y te gusta esa versión de tu cabello, no hay que renunciar a ella.

Beneficios del tratamiento para el encrespamiento con cacao

Este tratamiento capilar me ha sorprendido mucho porque normalmente todos los que pruebo para controlar el encrespamiento, aunque sea en salón, terminan dejándome el pelo lacio, sin forma y con la sensación de tenerlo aplastado y mucho más fino. Pero este hecho a base de cacao ha supuesto todo lo contrario.

Nada más salir de la peluquería mi pelo se veía súper brillante, de raíz a puntas, y estaba cargado de movimiento. Se veía y notaba suave pero no estaba pegado al rostro, sino que tenía volumen. Era la versión más cercana al pelazo a la que va a estar nunca mi pelo. Me pidieron que lo moviera delante de la cámara para ver su efecto en acción y todo (jamás me había pasado y las melenas que posan, como de anuncio, han sido mi envidia siempre).

Este efecto ha sobrevivido a los lavados. Mi pelo está más sano. Ya no se ve castigado en las puntas e incluso están más cerradas. Está hidratado y nutrido. También he conseguido reducir el uso de herramientas de calor para llevar el cabello siempre bonito. El brillo y la vida que tiene ahora mi pelo no se puede comparar con el original.

Además, tengo el pelo ligeramente ondulado, sobre todo al final del cabello, y este dinamismo que le dan mis ondas se ha mantenido perfectamente. Es cierto que no ha cambiado nada, incluso las ondas se han definido y queda mucho mejor.

En qué consiste

A diferencia de otros tratamientos antiencrespamiento, no contiene ni formol ni otros activos agresivos para la salud del cabello. Está formulado con queratina, que sella las puntas; cacao, que refuerza y fortalece el cabello, le ayuda a crecer, combate el frizz y aporta brillo; y D-pantenol, que hidrata y mantiene la humedad necesaria para que el pelo esté sano.

El tratamiento en general cuenta de cuatro fases, pero no se hace para todas de la misma manera. Antes de ponerse manos a la obra, los expertos del salón te hacen un diagnóstico personalizado para entender y concretar cuáles son las necesidades de cada cabello.

Yo no tengo mucha densidad y el pelo fino aunque ondulado, es decir, me cuesta ganar volumen. A mí me recomendaron dejar un par de dedos o tres en la raíz para mantener el volumen que tenía al principio del cabello, y aplicar el producto desde ahí hasta las puntas. Dejar actuar en lugar de 30 minutos, sólo 10 y después sellar con calor sólo en dos puntos clave cerca de la sien por debajo de la capa más externa del cabello.

Lo primero es lavar el cabello con un champú purificante para eliminar impurezas. Después, se aplica el sistema antifrizz mechón a mechón y se deja trabajar el tiempo que el experto que te trate considere.

A continuación se pone una mascarilla reparadora que reequilibra e hidrata. Contiene colágeno, que aporta fuerza, brillo, elasticidad y también hidrata el pelo.

Por último, se sella el tratamiento con el calor de la plancha, que fija los activos. Conviene mantenerlo en casa con el champú y acondicionador de la línea del tratamiento para que los resultados duren más tiempo. En principio, el efecto dura tres meses.

Headshot of María Muñiz

María Muñiz es experta en belleza. No hay tendencia en manicuras y pedicuras, truco de maquillaje o corte de pelo de moda que se le resista. Lo que más le gusta en el mundo es un pintalabios rojo que se pueda sumar a su colección de más de 100, además de probar lo nuevo en tratamientos para el pelo fino, aceites para labios, cremas de todo tipo, sérums y contornos de ojos posibles. Eso sin contar cada perfume que ve la luz. Si pueden ser perfumes florales y frescos, mejor.

Por eso, no puede vivir sin redes sociales, en las que bucea hasta que da con lo último que se lleva en cada espejo y neceser del mundo (hasta lo que pasa más desapercibido). Internet es su medio natural, se siente como pez en el agua después de una trayectoria de casi diez años en medios digitales, que comenzó cuando se graduó en Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

Desde entonces, María Muñiz ha pasado por cabeceras de moda y belleza como Harper’s Bazaar o Cosmopolitan como redactora de belleza. Ahora ha vuelto a ELLE, uno de los primeros medios donde pudo especializarse en la comunicación digital, para tomar las riendas de la sección de belleza, contarte todo lo que necesitas saber sobre novedades y tendencias y crearte alguna que otra necesidad.