Entramos en una nueva estación, y, con ella, en un ciclo en el que planificamos nuevos objetivos. En el cerebro tenemos establecidas rutas neuronales que nos permiten simplificar el día a día, el famoso piloto automático. Aunque seamos conscientes de la necesidad de cambiar ciertos hábitos, nos cuesta. La motivación, el propósito y el conocimiento no son suficientes: hay que añadir esfuerzo y disciplina.

En todos los procesos de cambio, debemos definir un propósito y buscar medios o ayuda para alcanzarlo. El yoga y la meditación nos dan herramientas para entrenar nuestra mente y crear conexiones neuronales con las que instaurar nuevas rutinas a pesar de los obstáculos. En algunas posturas, como las del guerrero, nos identificamos con un personaje comprometido que llega a su meta con fuerza de voluntad. Los baches son parte del camino, pero, gracias a una actitud voluntaria y consciente conseguimos seguir avanzando. Para acompañaros en este nuevo ciclo, junto a ELLE, os invitaré a poner en práctica algunas técnicas de yoga comentadas en este espacio mensual. Pronto os daremos más detalles.