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Ya sabes que las modas tienen cierto carácter cíclico. También las olfativas. Y el mejor ejemplo es percibir cómo los ingredientes clásicos de los perfumes, esos que nos trasladan hasta el tocador de nuestras progenitoras (o de las madres de nuestras progenitoras), causan un auténtico furor entre los consumidores más noveles.
A finales de 2023, durante una entrevista, el perfumista francés Olivier Cresp (autor de caldos icónicos como Angel de Thierry Mugler, Agua de Loewe, Rochas Femme y Light Blue o Devotion, de Dolce & Gabbana), nos dio la pista de este fenómeno que Carlos Huber, director creativo de la firma Arquiste Parfumeur, corroboró y que él mismo denominó una tendencia “con mucho retro-gusto”.
Notas como la lavanda, el iris, la violeta o la vainilla se cuelgan la etiqueta de nostálgicas y, aunque existen varias teorías que pueden explicarlo, para el nariz de Grasse es sencillo: estos ingredientes se perciben como novedosos para los usuarios más jóvenes.
Esperanza Pintado, embajadora internacional de Fragancias Dior, señala que en un escenario dominado por lo que define como “una auténtica invasión de lanzamientos de fragancias” (estima que más de 300 al año), el “consumidor busca un valor seguro, proliferan las marcas de perfumes nicho, y el nivel de cultura hoy es mucho más elevado. El perfume, al igual que la moda, busca sus referencias y vuelve a sus orígenes”.
Si bien es cierto que la perfumería de autor se caracteriza por obviar cualquier etiqueta o directriz marcada por estrategias de mercado, Miguel Bartolomé, brand manager de Isolée, destaca la predisposición de las nuevas generaciones para adoptar tendencias que desafían las normas imperantes.
“En un universo sin límites de edad ni de género, se atreven a elegir libremente, escogiendo opciones que se salen de lo establecido y apostando por lo que realmente les gusta. Y si eso supone llevar una fragancia "de abuela", lo harán sin miedo”, sostiene.
Lo vintage está de moda
La devoción por la nostalgia está servida. Mientras Carlos Huber auguraba que ese deseo de viajar a épocas que tenemos idealizadas se plasmaría más allá de los aromas (también en la moda o el cine), Esperanza Pintado coincide en que “perfumes y costura van de la mano”.
Así, ese estilo clásico, un tanto melancólico, se basa en una “búsqueda de calidad en las fragancias, somos más exigentes con la fijación… Es una tendencia sobre todo en un público más joven que busca referencias muy sólidas”, señala.
Además, tampoco hay que olvidar la pericia de los maestros que son (y han sido) capaces de tomar estos ingredientes “retro” para reinventarlos, trabajándolos de manera distinta a lo que estamos acostumbrados.
¿El resultado? “Fragancias que a pesar de contener dichos elementos “clásicos” están muy, pero que muy lejos de ser perfumes de abuela", responden desde Isolée.
Hemos consultado a los expertos en la materia y la lista de ingredientes transgeneracionales con título de “míticos” pero capaces de protagonizar esta moda, se pueden resumir en los siguientes.
Iris y su acabado puro
Es un activo muy recurrente para proporcionar un efecto empolvado, jabonoso y limpio. Embellece y aporta elegancia en propuestas más tradicionales, pero puede protagonizar caldos inesperados y vanguardistas. También en fórmulas, a priori, dirigidas para el público masculino.
Un buen ejemplo es el best seller Infusion d’Iris, de Prada, al que no le hace falta presentación. Creado hace una década, en este eau de parfum unisex, el iris se completa con un cóctel de ingredientes cítricos (flor del naranjo, naranja, mandarina…), resina de lentisco, gálbano y un sutil fondo amaderado con el objetivo de evocar el aroma de las sábanas recién planchadas. Un ya considerado icono, que nunca falla.
Otra opción es la exitosa y prolífera saga La Vie est Belle, de Lancôme, donde el iris es el hilo conductor. En una de las ediciones más recientes, La Vie est Belle Iris Absolu, el ingrediente alcanza una nueva intensidad diez veces más concentrada. Así, el caldo se abre con matices verdes y suculentos de higo y grosella negra, antes de dar paso a un corazón de iris y jazmín de sambac, y a un fondo con pachuli y un toque gourmand.
La confortable lavanda
Goza de gran popularidad gracias su carácter fresco que proporciona una sensación de limpieza, calma y bienestar. Aunque se identifica con fragancias femeninas de otra época, también juega un papel esencial en perfumería masculina, ya sea con un toque que recuerda a las antiguas barberías o en creaciones muy actuales.
Una buena propuesta atemporal, intrageneracional y para todos los géneros es Cologne Silver Birch & Lavender, de Jo Malone. En ella, la lavanda inglesa muestra su carácter aromático acompañada de una salida con pomelo y un fondo de abedul plateado y roble tostado.
Para los que buscan algo más intenso e innovador, prueba Layton, de Parfums de Marly. Se trata de un eau de parfum evocador que se vale del toque ácido de la bergamota para presentar una lavanda fresca y elegante unida al geranio, antes de cerrar con un fondo adictivo y más opulento, marcado por notas de vainilla y de café caramelizado.
La refinada violeta
Ofrece un aroma preciado, delicado, aromático (algunos lo describen como a hierba recién cortada), misterioso y con acabado empolvado que ha destacado en opciones icónicas.
Desde Isolée confirman que es un ingrediente actual y de tendencia que se encamina a proclamarse como uno de los grandes protagonistas para perfumes orientados a los más jóvenes… Ya sea colándose en fórmulas con sello masculino, haciendo gala de su faceta más rebelde, o en presencia de ingredientes tan inesperados como singulares.
Es el caso de Oud Satin Mood, de Maison Francis Kurkdjian, una interpretación de la particular madera en la que sus matices amaderados y ambarinos resaltan gracias al aceite de rosa y el acorde de violeta. Su corazón, con absoluto de rosa, anuncia un fondo donde el propio oud se sofistica con vainilla y benjuí. Con un efecto asombroso en piel.
Otra opción es L'Eau d'Issey Solar Violet, de Issey Miyake que ofrece una violeta moderna donde el absoluto de sus hojas realza un carácter empolvado y radiante a través de una salida marcada por el acorde de pera y un fondo con iris. Delicada, fresca y radiante.
Por último, nos encanta Aqua Allegoria Flora Salvaggia Eau de Toilette, de Guerlain. La percibes como una oda a la naturaleza y a las flores silvestres, tan alegre como embriagadora, que fusiona el aroma del jazmín sambac con el azahar, notas de melón, almizcle blanco, lirio… Y las aclamadas notas de violeta.
La renovada vainilla
Esperanza Pintado lo describe como una herramienta olfativa llena de matices, digna de representar en un caldo tanto el atrevimiento como la inocencia. Sin duda, ha sido la estrella de muchos de los últimos lanzamientos, casi se le puede otorgar el título de “omnipresente” y ha desatado pasiones en TikTok por fragancias de hace años.
Miguel Bartolomé afirma que es el momento de ampliar su imagen de ingrediente “algo cargante” para comprobar cómo los narices han redefinido su faceta más elegante y sensual bautizándola como “la nueva vainilla”.
Hace unos meses, las redes sociales enloquecieron con Vanilla Sex, de Tom Ford. Cuenta con un extracto específico que, junto a la tintura de vainilla india, se asocia a un jazmín casi animal para culminar con notas de sándalo y lirio. Garantizan un efecto profundo, puro y cargado de intenciones.
Una saga que ha renovado su éxito gracias a las redes sociales es Hypnotic Poison, de Dior. A pesar de que lleva una década en el mercado, su eau de toilette encandila con sus notas ambarinas y avainilladas, que crean un halo magnético. Esa interpretación de un icono de la Maison se caracteriza por su composición con jazmín, almendra amarga y, cómo no, vainilla. Irresistible...