Si te preguntáramos cuál es uno de los desayunos más típicos de nuestro país, esperamos que sin dudar gritaras bien alto "¡CHURROS!". Esa masa de harina frita en aceite hace que cualquier mañana sea mágica o que una tarde de frío junto una taza de chocolate caliente sea nuestro momento preferido de la semana y por el que estaremos babeando durante días.
Pues bien, olvida toda esa imagen tradicional de los churros que tienes en tu cabeza porque, como todo, han evolucionado y no estás preparado para saber cómo son los churros del futuro. Si pudiste controlar tu 'hype' con los helados nube que están revolucionando Madrid, es el momento de que tus pulsaciones cardiacas comiencen a aumentar y veas esto:
Para intentar describirlos lo más sencillo que podemos recrear, en forma de imagen mental, es tratar de imaginar cómo comerían los unicornios churros. Sin ningún tipo de duda, sería esta. La nueva moda foodie de Londres tiene nuestro dulce patrio por bandera y los han mejorado haciendo estallar todas las cuentas de Instagram.
Azúcar, purpurina, colores brillantes, algodón de (más) azúcar, helado, millones de toppings y decoraciones sacadas de un cuento de hadas donde las sirenas y los unicornios han tomado el control y hacen que The Knot Churros sea el local más instagrameado del momento y el sueño de cualquier persona.
Si te encuentras por Londres o tienes pensado ir en breves, déjate caer por South Kensington y prepárate para hacer realidad la merienda con la que siempre soñaste en tu infancia (calorías aparte) y déjate seducir por las creaciones de su menú que incluyen nombres como ‘The Little Mermaid’ ('La Sirenita') o 'The Cookie Monster’ ('El monstruo de las galletas'). Londres, ¡allá vamos!
Rafa es colaborador de moda y actualidad en la web de ELLE. Aunque siempre soñó con ser un chico Disney, su incontinencia verbal y su afán por contar historias hizo que se formara en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Amante del arte en todas sus vertientes, la moda es una de las corrientes que más le atraen, los entresijos de la industria son su ‘guilty pleasure’ y una cerveza es su verdadero talón de Aquiles.