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Aunque su carta advierta con máxima prudencia que este es su "menú preapertura" y que están en pleno "soft opening" -así se indica incluso en el ventanal de la entrada-, el restaurante Katsu está ya más que rodado. Es una de las aperturas del otoño en Madrid, aunque en este caso el concepto huye de la homogeneización de la oferta que acecha a la ciudad y, de paso, de los precios excesivos, para optar por una casi monografía de un tipo de cocina internacional.
Su nombre da pistas, en todo caso, de su contenido o, todavía más, de su especialización. El 'katsu' es un plato popular en Japón que implica algo rebozado. Ese algo suele ser una chuleta de cerdo, pero no solo, ya que puede llegar a ser habitual encontrar pollo, otros cortes carnívoros e, incluso, verduras. Los productos se fríen rebozados en panko, por lo que el exterior queda bien crujiente, bajo una receta donde la clave parece residir en conservar la jugosidad en su interior.
De 'katsu' va, claro está, el nuevo Katsu, abierto hace apenas dos semanas en la madrileña calle de la Luna, donde, ojo, lo japonés no es tan ajeno: hay varias tiendas de otaku, es decir, figuritas y otros productos para los fans de la cultura nipona -incluido el manga-.
En esta zona donde el entorno de la calle Pez, como una extensión de Malasaña, se junta con Noviciado -ya muy cerca de Gran Vía, en el llamado Distrito de Universidad, porque hace décadas en la calle San Bernardo hubo facultades de la Complutense-, quizás faltaba un concepto especializado en ese lado de la cocina japonesa que huye del crudo y se centra en la fritura.
Elegir entre 'donburi'
Así que el apartado central de su carta se centra en el 'Donburi', que no es más que un cuenco o plato con una proteína -en este caso, rebozada-, acompañada de arroz hervido. O sea, una especie de sabroso plato combinado a la japonesa.
En Katsu, se pueden probar varias opciones. Una es el 'Katsudon', un bol de arroz recubierto por un huevo convertido en una fina tortilla, con cerdo duroc rebozado con panko y cortado en tiras, además de un par de láminas de alga nori. Llega a la mesa con un segundo bol encajado en el primero, para que, con palillos o tenedor en mano, el cliente se ayude de ambos recipientes para organizarse su comida.
Otra es el 'Chikin katsu kare', un contramuslo de pollo rebozado como proteína carnívora con arroz hervido y deliciosa salsa curry. Para quienes busquen un ‘donburi’ vegetal, está el 'Nasu kare', berenjena al panko con curry y arroz.
Aunque estés sentado en Katsu, puedes preferir huir del rebozado, así que está el 'Gyudon', un bol de arroz con tiras de ternera salteadas con salsa de soja y cebolla caramelizada y un huevo poché. O, si no, 'Hanbagu raisu', un par de hamburguesas de ternera condimentadas con arroz y huevo poché.
Con precios de 12 a 14,59 euros, estas cinco opciones de platos principales -casi combinados- conforman el apartado de 'Donburi' para comer individualmente o, si se quiere, para compartir. Como alternativa, está probar el 'katsu' en sándwich, con una versión del cada vez más popular 'Katsu sando', aquí preparado con cerdo o pollo al panko (12 euros), servido en pan 'brioche'.
Platos para compartir
Antes de esos platos principales -sean en bol con arroz o en sándwich-, lo perfecto es arrancar con algunos entrantes que van llenando el centro de la mesa para ir picando y compartiendo. Entre una decena de opciones de entrantes (precios de 5 a 7,5 euros), puede surgir desde Edamame, vainas de soja salteadas, o 'Korokke', unas croquetas rellenas de patata y ternera; a 'Tsukune', brochetas de albóndigas de pollo; 'Nasu', berenjena en panko con salsa teriyaki, o 'Karaage', bocados crujientes de pollo marinado (super jugoso por dentro).
También se podría añadir alguna 'gyoza', con la peculiaridad de que Katsu despacha una versión ‘smash’, que consiste en una empanadilla plana, casi aplastada, que está frita y con rellenos de ternera o vegetales.
De postre, ‘Gyozas’ fritas de manzana con helado, 'Panna cotta' de marcha o Tarta de sésamo.
Para beber, un vistazo a la carta hace pensar que aquí hay algo especial. No hay vino, ni Coca-Cola. En su lugar, cervezas con tres referencias japonesas -'Asahi', 'Kirin' y 'Sapporo'- y Mahou; junto con refrescos de la marca 'Fritz kola', que además del sabor a cola, añade sabores como manzana o ruibarbo.
Lejos de la homogeneización de Madrid
En Katsu, se puede comer muy bien por un precio medio de 25 a 30 euros -incluso por menos-. Es un tícket que resulta casi exótico en el Madrid actual, donde casi cualquier apertura de nuevo restaurante cotiza a un mínimo de 60 euros -y subiendo hasta 70 u 80 en muchos negocios nuevos-, sin haber demostrado mucho más que buena decoración, carta clónica y platos servidos como artesanales salidos directamente de la quinta gama.
En este local de la calle de la Luna, eso se deja de lado, se opta por un modelo sencillo pero con personalidad, bajo una carta bien planteada con platos ligados a la especialización del ‘katsu’. Por eso, ya es una buena pista para comer bien a buen precio.
La puesta en escena es idéntica a la carta: sencilla, directa y con detalles de diseño. Katsu ocupa un luminoso local dominado por el color blanco, con dos zonas de comedor: la entrada junto a una barra y la sala del fondo semiforrada de madera, con mesas sin mantel, sillas de diseño que cambian según la mesa, servilletas de papel y un plato metálico como punto de partida para ir recibiendo entrantes y ‘donburi’.
Por cierto, un neón de un luchador de sumo -con bol y palillos en sus manos- recibe al cliente y se convierte, de paso, en el logo de Katsu, que, por ahora, abre todos los días en servicio de comida y cena.
Qué pedir en Katsu: Katsudon, Chikin katsu kare y Nasu kare
Dirección: Luna, 22. Madrid
Teléfono: 912 13 30 78
Web: https://katsumadrid.com
Precio medio: 25 / 30 euros