Este recorrido empieza por carretera, atravesando la subzona de los valles del Ulla entre inmensos eucaliptos. En el número 27 de Lugar de Cimadevilla el coche se detiene y se abre un terreno de silencio en el que todo rumor proviene de la naturaleza, que aquí es imponente. Estamos en Casa Nordés, el lugar donde todo empezó hace ya 12 años, cuando tres amigos gallegos con una gran vinculación con el mundo del vino y del destilado decidieron unir conocimiento y trayectoria para dar con una ginebra puramente gallega. Para lograrlo, decidieron reunirse cada domingo y así ir catando diferentes recetas y maceraciones. Tras más de 200 pruebas, dieron con la definitiva, la de Nordés gin. El resultado: una ginebra fresca, fácil de beber, aromática, equilibrada y original
Conocer Galicia, a tragos
Esta historia, la esencia y los detalles de la elaboración se pueden conocer durante la visita a Casa Nordés, que se ubica a tan solo 20 kilómetros de Santiago de Compostela y donde se puede acudir en un grupo de máximo 14 personas.
El recorrido se va descubriendo con “amodiño” y “sentidiño”, que es como les gusta a ellos definir su forma de trabajar; con calma y siendo conscientes de cada proceso, intuitivos y focalizados. La primera parada se realiza en la Zona Pérgola, donde refrescarse con un albariño de la zona, que, dadas las características climatológicas y geológicas, el de aquí se caracteriza por los aromas a fruta blanca y por las notas florales. Y es que la uva albariño es fundamental en la historia de Nordés, ya que forma parte de su receta y de su esencia.
Tras la primera toma de contacto, es el momento de ejercitar el olfato, una actividad que se realiza en El Invernadero, donde participar en el juego de ‘La quiniela de los botánicos’ para conocer y sentir los matices de los 11 botánicos de tradición gallega y los cinco de ultramar (África, Asia y América) que componen la receta de Nordés. Laurel, salvia, hierbaluisa, menta piperita, salicornia, enebro, té negro, hibisco o jengibre son algunos de los ingredientes que aportan frescura, salinidad o elegancia a la ginebra.
En la Sala de Destilación se puede conocer al que es el Ferrari de los alambiques, de nombre Barison, fabricado en Italia. Aquí, y gracias a este alambique de cobre, es donde se obra el “milagro”. Lo que realiza es una evaporación y condensación de la mezcla original del vino albariño y de las maceraciones de los botánicos, para seleccionar el líquido más puro y aromático. Luego, el agua osmotizada rebaja el grado alcohólico.
En la sorprendente Sala de Macerados se entiende la importancia que tiene respetar el tiempo de maceración que requiere cada botánico, siendo el cardamomo el que menos contacto necesita y la hierbaluisa la que más. Esta maceración es la que aportará el sabor único de Nordés, en el que son el equilibrio y la frescura aspectos distintivos. ¿Qué más aguarda la visita? Contemplar las 200 pruebas resultantes de esos encuentros de domingo de los tres amigos en el Pasillo de los Destilados e intentar encontrar el de la fórmula Nordés definitiva. Para terminar en la Sala de Catas, donde probar la receta ganadora en su mejor versión.
La magia del Atlántico en una botella
Como un homenaje a las raíces del origen atlántico de la marca y a los faros que marcan el rumbo de marineros, percebeiros, viajeros y amantes del mar, surge la primera edición limitada de Nordés gin. Esta pertenece a la colección La Maxia del Atlántico que traslada la Maxia Pura de Nordés al diseño de la botella y que inspira sus infinitas leyendas.
En esta primera edición la luz del faro se representa con una tinta luminiscente que ilumina la botella en la oscuridad para marcar el camino. Se mantienen las flechas y los estorninos característicos de Nordés gin que vaticinan la llegada del buen tiempo -el viento del Nordés, el anticiclón-, así como los peces, las ballenas y los barcos que visten su inmensidad.
Cada año se presentará una nueva edición limitada que recorrerá los 1.500 km de costa gallega para recalar en sus faros más emblemáticos: Torre de Hércules, el más antiguo en funcionamiento del mundo, el de Fisterra, que marcaba el fin de la tierra conocida o el de Punta Nariga, que se caracteriza por ser el más moderno y vanguardista de Galicia. Lo que no cambiará en ningún caso será su contenido, ya que todas las botellas portan la ginebra premium de origen gallego que alegra y refresca cualquier encuentro.
Cree que hay pocas cosas comparables a la satisfacción que se siente tras haber comido y bebido bien, y es que no hay que pasar por alto el poder qu e tiene la buena mesa; ni el de las manos expertas que, desde la cocina, nos hacen felices, o el de una buena conversación de sobremesa que te ancla a la silla y a la vida.
Fue durante su estancia en Londres, hace ya 13 años, cuando le picó el gusanillo del periodismo gastronómico y desde entonces ese fuego no se ha apagado. Empezó colaborando en la revista HSM, después en El Duende, donde sigue escribiendo a día de hoy, le siguieron la revista GQ, Tapas y Elle Gourmet. Pero no sólo escribiendo, también ha experimentado con el periodismo radiofónico colaborando en Radio Euskadi y ha aprendido cómo funciona todo desde el otro lado en una agencia de comunicación.
Un restaurante con alma, personas comprometidas que portan miradas rebosantes de vocación, oficios necesarios que se ejercen fuera de los focos y de la fama, las cocinas lejanas pero también las de nuestra memoria, la voz de la experiencia y el crujir de la juventud... Esas son las historias que le gusta contar.