A la hora de prepararte unas patatas asadas podrías pasar 15 minutos precalentando el horno y luego otra hora horneando, pero ¿por qué hacer eso cuando puedes cocinarlas en el microondas en solo 7 minutos? Y con un resultado espectacular ¡y económico!. Pensando en ello, hemos decidido compartir nuestra receta de Patatas asadas en microondas, para que ganes. Porque cocinando este plato así, todo son ventajas. Esto es todo lo que tienes que saber.
Lavarlo. Primero limpia las patatas, especialmente si te gusta comerlas con piel. Lávala bajo el grifo, o sumergiéndola en agua, y frótala a fondo. Luego, sécala muy bien.
Pínchala. Sí, con un tenedor. "Apuñala" toda la patata. ¿Por qué? Porque esto ayuda a que el vapor escape durante el proceso de calentamiento, evita que explote, y ayuda a que la patata adquiera una textura más esponjosa. Es un paso importante, ¡así que no te lo saltes! Y si deseas que la piel quede un poco crujiente, asegúrate de que la patata esté completamente seca después del lavado, luego masajéela con un poco de aceite justo antes de meterla al micro.
Microondas. Para cocinala al microondas, a nosotros nos gusta la Red Pontiac o "patata roja", aunque puedes utilizar la que más te guste a ti o tengas más a mano. Eso sí, ten en cuenta que según su tamaño y densidad, los tiempos de cocción variarán. Comienza con 3 o 4 minutos a máxima potencia (800W), luego dale la vuelta y continúa con 3 minutos más de tiempo de cocción, agregando más tiempo según sea necesario para obtener la papa horneada tierna, cremosa y perfecta.
Sola o "a tu manera". La patata asada es tan agradecida que puedes permitirte enloquecer con los ingredientes, tú eliges!. Puedes añadirle simple y llanamente un poco de mantequilla, una cucharada de crema agria, una pizca de sal y pimienta y sus hierbas frescas favoritas. Estará divina. O agregar un poco de queso rallado y darle un minuto más en el microondas para que se derrita, y luego poner encima un poco de jamón o incluso bacon (también pasado por el micro). Y aquí tienes otra idea que a nosotras nos vuelve locas y es para las personas más innovadoras y arriesgadas: añadirle pesto con queso parmesano recién rallado, un poco de miso y una pizca de furikake.
