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En esta nueva entrega para devorar Madrid por barrios vamos a dedicarle toda nuestra atención a los restaurantes de Chueca, Justicia o Las Salesas, como prefieras llamarlo. Ya te hemos descubierto dónde tapear y descubrir comidas del mundo por Lavapiés, los locales de moda del barrio de Salamanca más allá de la calle Jorge Juan y la disparidad de bares y restaurantes que puedes encontrar en Malasaña, el más ecléctico de Madrid. Ahora le toca el turno a Chueca, conocido en el mundo entero por ser un referente del colectivo LGTBI y uno de nuestros preferidos en Madrid para salir a comer y beber.
Y es que si algo tienen los restaurantes de Chueca, además del ambiente más divertido, es que en casi todos puedes encontrarte con una deliciosa barra de cócteles, una bodega con referencias legendarias, grifos y botellines de cerveza únicos y hasta bares clandestinos escondidos en el baño.
Si quieres disfrutar de los restaurantes de moda en Madrid, los bares de copas más auténticos y las nuevas tabernas de vino que triunfan entre los millennials, tan solo tienes que ir a uno de estos restaurantes de Chueca. En todos encontrarás una combinación mágica para comer y beber sin preocuparte por nada. ¿Lo mejor? Que cada uno tiene su propio espíritu y nunca te hartarás de disfrutar con tus amigos de los restaurantes de Chueca.
CHISPA BISTRÓ
Es una de las grandes sorpresas de la capital desde que abriera sus puerta a finales de 2022, un restaurante de alta cocina asequible en un ambiente relajado pero elegante en las formas, en los espacios y sobre todo en los platos. Detrás de Chispá Bistró, que consiguió su primera estrella Michelín a finales de 2024,se encuentran el argentino Juan D'Onofrio y el brasileño Gabriel Sodré, que han pasado por referentes como El Celler de Can Roca, Enigma, Mina o Santceloni para traer toda la sabiduría acumulada a su propio restorán. Y lo han logrado: ofrecen cosas que no vas a encontrar en ningún otro sitio de Madrid. Como demostración de su calidad,
Su cocina es multicultural y viajera, pasando por pasando países como México o Nueva Zelanda, Japón y desde luego España; y está en constante movimiento y evolución. Por eso las visitas se nos antojan oportunas y recurrentes. Entre lo que debes probar están las Fabes, jabalí y trompeta de la muerte, la Molleja de ternera, beurre blanc y anchoa, el Pichón en 3 vuelcos o la Liebre y cangrejo. Podrás acompañarlos con una estupenda bodega con unas ciento cincuenta referencias -algunas sorprendentes- para todos los gustos.
C/ Barquillo, 8.
ZÍNGARA
Es el vegetariano para no vegetarianos que ha conquistado la capital para situarse como uno de los favoritos de la ciudad. El aire retro de Zíngara te traslada a través de su interiorismo al París de 1910, donde los espíritus libres merodeaban por todos los espacios. Así es el ambiente de este restaurante, lleno de misterio, magia, un encanto oscuro que conquista por un halo bohemio, brujo y chic... y sobre todo su carta. La propuesta gastronómica es obra de Maximiliano Rossi, que la ha diseñado en base a los productos de temporada y de cercanía.
En su dinámica carta podrás encontrar platos como el Saam coreano, el Papillote de setas, los Sorrentinos, la Masala de tomate, un paté de almendras en hoja de sisho o su milanesa de berenjena o su causa acevichada. Hay mucho más, y bueno. Descúbrelo.
C/ Pl. de las Salesas, 8.
COMPARTE BISTRÓ
Este restaurante abierto en diciembre de 2021 es un comedor contemporáneo que ofrece una propuesta innovadora en un espacio para disfrutar de un viaje gastro entre París y Cádiz en el que los platos tienen como protagonista principal el producto de temporada. La cocina de Comparte Bistró, al igual que el local, es cercana, sencilla y desenfadada, de fondos y sabores reflejados en platos con algunos recuerdos franceses y andaluces. El proyecto, recomendado en la Guía Michelin, está capitaneado por la parisina Charlotte Finkel y el cocinero gaditano Mario Sánchez, que ha pasado por restaurantes tan emblemáticos como Aponiente o Diverxo.
La carta se compone de 12 opciones perfectas para compartir en el que se pueden encontrar desde Ostras al natural a la Terrine de pato y foie, a otras combinaciones exquisitas como las Láminas de atún rojo, créme fraiche y panceta o el Pulpo asado con puré de coliflor y bimi, entre otros. Han creado dos menús degustación con algunos de sus platos más icónicos y nuevas recetas, el Comparte (9 pases) por 59 euros y el Experiencia Paritana (11 pases) por 75 euros.
C/ Belén, 6.
KUOCO 360 FOOD
Creado por el chef Rafa Bergamo, en Kuoco 360 Food buscan mezclar ingredientes sin ningún tipo de fronteras, con fidelidad y respeto al producto sostenible con el objetivo de conseguir que cuando lo probamos sintamos una explosión en cada bocado. Nos ofrecen un menú degustación por 85 euros, más otros 48 si quieres maridaje. Si prestamos atención a la carta, destacamos platos tan suculentos como el 'Steak Tartar Koreano con solomillo de ternera, aderezo gochujang, sésamo tostado, cracker de setas chinas', la 'Corvina salvaje con vichyssoise de edamames, curry verde, judías chinas al wok y gomasio' o la 'Presa ibérica de bellota con té lapsang souchong, mole shiitake, pico de gallo y wonton frito'. Para acabar, nos proponen el 'Banoffee con texturas de plátano canario, haba tonka, chocolate, helado dulce de leche y toffee de miso'.
C/ San Bartolomé, 14.
LOS 33
Es el local que ha unido a los dueños de Charrúa y El Viajero, un verdadero icono de La Latina; que ya se ha situado como uno de los imprescindibles de la zona. Te advertimos que no es nada fácil encontrar hueco en Los 33, por su ambiente y por su propuesta en la que vas a e ncontrar una divertida fusión de platos y productos españoles con uruguayos. Algunos de los bocados imprescindibles que tienes que probar son Croquetas criollas, empanaditas, tortilla Salesas, bikinis o chivitos. Y por supuesto las carnes, de excelente calidad y con ese toque sureño de las Américas que las hace únicas.
Plaza de las Salesas, 9.
BAR DE FUEGOS
En Bar de Fuegos nos engañan con su nombre, ya que es un restaurante en el que los fuegos son los grandes protagonistas. Como aquí incluye "espectáculo", ya que la cocina al carbón es abierta, tanto la parrilla como el horno, por lo que los comensales pueden ver los alimentos que van a consumir más tarde, así como disfrutar con la destreza de los parrilleros en acción. En su carta, podemos destacar las Flores de alcachofa con crujiente de jamón y salsa rumescu, el Tomahawk de un kilo, los Churrasquitos de pollo marinados en sabores amazónicos o el Tataki de atun con parmentier de boniato y coulis de maracuyá. De postre, no te puedes perder su deliciosa tarta de queso con virutas de galleta y frutos rojos.
C/ Barbieri, 7.
HERMANOS VINAGRE
Este bar, convertido en uno de los templos del tapeo capitalinos, cuenta con dos localizaciones en la capital, una de ellas en Las Salesas. En ella se respira ese ambiente de los bares de toda la vida, con una imagen retro pero moderna, y unos pintxos de larga historia y cultura de una enorme calidad. Escabeches, encurtidos, conservas, salazones, y ahumados copan su barra, donde se acumulan también las cervezas y un estupendo vermú de la casa.
Pide su Gilda doble, sus Boquerones en vinagre con aceitunas y piparras, las Banderillas, sus Mejillones XXL con un toque ahumado, su Ensaladilla Rusa... y no dejes pasar la oportunidad de catar sus Anchoas del Cantábrico (que traen directamente de Castro Urdiales). Apuesta también por el Foie micuit escabechado y otros platos como la Oreja adobada y frita, el bocadillo de calamares o los Huevos fritos con papada Joselito.
C/ Gravina, 17.
ANGELITA
Es un Wine Bar, o mejor dicho, un Gastro cocktail bar & Cuisine; Angelita es un lugar donde unen en un mismo espacio vinos, cócteles y gastronomía. La parte de los vinos está atendida por un equipo de sumilleres liderados por David Villalón y Rubén Moreiro y que dispone de más de quinientas referencias de vinos junto con más de cincuenta opciones por copa y media copa.
La Gastrococtelería (premios nacionales FIBAR 2018 y FIBAR 2019) es su espacio "escondido" en el sótano donde te van a sorprender con una coctelería experiencial basada en ingredientes caseros y especial atención al mundo del vino y a los productos de su huerta (tienen un microhuerto en la barra) y la posibilidad de combinar cócteles y destilados con una selección de vinos ad hoc y tapas inspiradas en cocinas del mundo. En cuanto a su parte gastro más pura cuentan con un menú, que cambia a diario, sujeto al producto de temporada y a la cocina de autor tradicional que saben reinventar para ponerla al día.
C/ Reina, 4.
GIOIA
El chef Davide Bonato nos propone Gioia, que tiene dos significados en italiano, “alegría” y “joya”. Y, desde luego, este restaurante es una verdadera gema gastronómica en Chueca, donde nos invitan a saborear la cocina italiana reinterpretada. Bonato, que cuenta con una experiencia internacional de más de 20 años en el sector de la restauración de alta gama entre Italia, Reino Unido y Japón, nos ofrece una carta basada en la pasta, los arroces, la carne y los pescados, y el menú de autor Essentia (79 euros, más 45 con maridaje de vino), donde se nos ofrecen platos como las Flores de calabacín en tempura rellenas de berenjenas, tomates deshidratados, mozzarella, albahaca y parmigiano, suaves gotas de pesto casero, el Tartare de gambas rojas de Denia, almendras crujientes, espuma de tomates de Sicilia aromatizada a la naranja sanguínea, polvo de pan de tinta de calamar o el Magret de pato al punto rosa aromatizado a la naranja sanguínea con crema de chirivía, servido con raviolo de calabaza mantuana y mini piadina de ensalada de pato, mahonesa de pepino, cebolleta china y salsa asiática. Haznos caso, son una verdadera delicia gastronómica que te dejarán marcada para siempre con unos sabores únicos y diferentes.
C/ San Bartolomé, 23.
TABERNA LA CARMENCITA
Es uno de los grandes clásicos de Chueca. De hecho podríamos decir que es uno de los restaurantes más típicos de todo Madrid. ¿Quién no se ha sentado nunca en La Carmencita a disfrutar de una buena carne de alta montaña? Y es que esta taberna es la segunda más antigua de la capital y ha visto pasar a personajes tan ilustres como Lorca, Neruda o Alberti. Hoy en día defienden la cocina castiza por encima de todo y es uno de nuestros imprescindibles a la hora del aperitivo. Nada como su ensaladilla imperial o las croquetas de chistorra para alegrarse el día junto a un vermú.
C/ Libertad, 16.
ROOSTIQ
En este restaurante hacen una oda al carbón y el fuego, con la parrilla como elemento fundamental de su exquisita propuesta gastronómica. Muchos de sus productos son propios, provenientes de una finca que tienen en Ávila (de los cerdos a los pollos, o verduras de la huerta), a lo que suman proveedores selectos de altísima calidad. Son famosas, además de sus carnes (y torreznos), las pizzas. También tienen una abuena selección de pescados y sus verduras a la brasa son de alto nivel.
C/ Augusto Figueroa, 47.
BARGANZO
Barganzo es el lugar perfecto en Chueca si quieres disfrutar de la deliciosa cocina de Oriente Medio. Su carta, como ellos mismos dicen, está repleta de platos donde el sabor de los ingredientes, los olores de las hierbas frescas, las especias y los colores te inducen a disfrutar de la cultura mediterránea más profunda. No te puedes perder el Mezze falafel, las Texturas de alcachofas de Jerusalem, los seis tipos de Hummus que ofrecen o los Caramelos de maíz y puerros. Y de postre, no te olvides de pedir Knafe, un delicioso pastel casero elaborado principalmente con pasta kadaif o cabello de ángel, queso de akkawi y pistachos.
Además, ofrecen dos interesantes menús degustación, Aviv por 80 euros y Tami por 45 euros.
C/ Colmenares, 13.
ONLY YOU BOUTIQUE
Aunque en este barrio todo gira en torno a la Plaza de Chueca, el otro punto de referencia es el Only You Boutique. Este hotel es uno de los preferidos por los turistas cuando visitan Madrid por su ubicación privilegiada, la exquisita atención del personal y la impresionante decoración. Pero los madrileños también sentimos una especial debilidad por él porque sirve uno de los mejores 'brunch' de la ciudad. Sabrás a qué hora llegas pero nunca a la que te irás, porque querrás probar todos sus platos dulces y salados mientras te das un festín de cócteles.
C/ Barquillo, 21.
PROPAGANDA
Propaganda es una vinatería italiana que se ha convertido en el 'place to be' de los amantes del vino. Desde que llegó al barrio de Chueca en 2018, los vecinos se han convertido en fieles comensales de este local de decoración coqueta y carta viajera. Aunque irás para probar sus tintos y blancos italianos o el exquisito 'champagne' francés que sirve, repetirás gracias a sus embutidos, los quesos y algunas propuestas más exóticas como el cebiche peruano.
C/ Libertad, 12.
CANNIBAL RAW BAR
Uno de los restaurantes de Chueca (y de todo Madrid) con los que acertar seguro es Cannibal Raw Bar. Siempre que estamos indecisos terminamos decantándonos por este local con paredes ladrillo visto porque su carta además de deliciosa es muy 'healthy'. Casi todos los productos están crudos o semicrudos para ofrecerte una cocina sin artificios. Ellos se encargan de buscar la mejor materia prima, darle un pequeño toque y presentarla en su preciosa vajilla. Sus Ostras al natural o con salsa ponzu y el Usuzucuri de atún con chimichurri trufado japonés son dos imprescindibles en nuestra lista de platos venerados y por eso los pedimos en cada cena. Tras el postre déjate caer por el clandestino que se esconde tras el baño y empieza una divertida noche entre cócteles.
C/ Almirante, 12.
11 NUDOS TERRAZA NORDÉS
Antes fue La Cocina de San Antón y te aseguramos que tienes que visitarla al menos una vez en la vida. Ubicada en la espectacular azotea del madrileño Mercado de San Antón, no puedes perderte sus vistas de Chueca. Es imposible resistirse a esta azotea, que conquista con su carta exquisita y unos cócteles que están a la altura. Además, como está en la última planta del Mercado de San Antón, puedes irte con la compra hecha y todo.
C/ Augusto Figueroa, 24, tercera planta.
CELSO Y MANOLO
Un tasca de alta calidad donde se come muy muy bien. Es un restaurante muy de toda la vida (de hecho su historia tiene más de medio siglo aunque cambiando de nombre), pero con un ambiente moderno y abierto que llama a todos. En él la cocina castiza y tradicional es la protagonista, con platos honestos que van desde los callos a las coquetas, arroces, todo tipo de verduras. Su Chuletón de tomate de Huesca con seis cosas ricas es imprescindible.
C/ de la Libertad, 1.
LA RITA
Un restaurante donde lo más importante, sobre todas las cosas, es la honestidad en la cocina. En sus propias palabras, en La Rita su cocina priman los sabores, las texturas y los aromas, elaborando cada plato si fuera único, con mucho esmero para que cada cucharada sea mágica, una experiencia inolvidable para el paladar. Por cierto, el nombre viene de la eterna actriz Rita Hayworth. Cuenta con tres menús degustación de 70, 50 y 41 euros. En su carta podrás encontrar platos como la 'Burrata de la Puglia ahumada sobre emulsión fría de tomate y haba tonca con higos rellenos de pesto de rúcula y anacardos tostados', la 'Brocheta de rape y verduritas con arroz jazmín salteado al WOK y emulsión suave de teriyaki' o el 'Costillar deshuesado, horneado lentamente en salsa de cerveza negra y coca cola'. Y de postre, el 'Coulant de praliné con sorbete de mandarina'.
C/ Infantas, 29.
EL SOCIAL
En El Social tienen muy claro que su filosofía culinaria tiene que girar alrededor de la sostenibilidad. Se trata de un espacio gastronómico acogedor y fiel a la herencia culinaria de su dueña, una estadounidense cuya pasión después de muchos años de experiencia y formación se han plasmado tanto en la carta como en el entorno que la acompaña. Entre sus entrantes, destacan el 'Guacamole de Molcajete con Hierbas' y el 'Aguachile de Zamburiñas y Camarón', mientras que entre los segundos encontramos platos como la 'Costillar de Cerdo, Glaseado de Bourbon y Jengibre, Patatas Fritas o Polenta Suave' o la 'Corvina a la Plancha, Piel Crujiente, Puré Coliflor y Mantequilla de Orégano'. Cuando pidas el postre, no te pierdas la 'Carrot Cake con Cobertura de Queso Crema'.
C/ Moratín, 42.
