Dónde comer el mejor chocolate con churros

Este clásico madrileño no necesita presentación. Cientos de turistas acuden en masa cada día a la Chocolatería San Ginés para probar sus deliciosos churros y su famoso chocolate. En muchas ocasiones el local está tan lleno que los 'gatos' tienen que ponerse a la cola para poder coger mesa.

Pasadizo de San Ginés, 5 (Madrid).

Los amantes de los churros en Sevilla consideran El Comercio un lugar de peregrinación. Además de tener una receta exquisita tienen uno de los escenarios más coquetos, su inconfundible pared de azulejos azules ya es famosa en las redes. No se disfruta de un desayuno igual en toda la ciudad.

Lineros, 9 (Sevilla).

En la Ciudad Condal el punto canalla lo pone Comaxurros, que con la idea de recuperar la pastelería tradicional de nuestro país surge para rendir homenaje a uno de nuestros fritos más típicos. Además de tener un chocolate con churros que no podemos dejar de comer, tienen una divertida carta con nuevos sabores.

Muntaner, 562 (Barcelona).

Abrieron en 1913 y todo a su alrededor ha cambiado, pero La Antigua Churrería sigue intacta. Parece que el tiempo no haya pasado por ella… la harina es de trigo, el aceite de oliva, las cumbreras de acero y las manos expertas del maestro churrero pertenecen a la cuarta generación de la misma familia, que le dedica el mismo cariño y la misma dedicación que su bisabuelo. Además, gracias a su servicio a domicilio, podemos disfrutarlos en casa.

Conde de Peñalver, 32 (Madrid).

Bravo Murillo, 109 (Madrid).

El maestro pastelero Oriol Balaguer es el responsable de esta oda al chocolate, uno de sus productos fetiche. La Xocolatería es el lugar ideal para bañar tus desayunos y meriendas en un chocolate único. Además de este placer dulce tienen unos churros en su carta que no tienen nada que envidiar al famoso cacao del chef.

Fusina, 5 (Barcelona).

En Bilbao también tienen unas cuantas cafeterías para disfrutar de unos buenos churros con chocolate, pero ninguna tan icónica como el Café del Arenal. Sin adornos, muy auténtica y acogedora. Su chocolate espeso es perfecto para las tardes de frío y los crujientes churros son un regalo para el paladar.

Arenal, 5 (Bilbao).

Si quieres disfrutar de desayunos y meriendas contundentes, y no perder un ápice de elegancia existe un salón para ti. El Hotel Ritz revive este clásico con un chocolate artesano elaborado a partir de la receta tradicional de antiguos maestros chocolateros. La pareja ideal, unos churros al más puro estilo madrileño.

Plaza de la Lealtad, 5 (Madrid).

Narciso es el último en llegar, con tan sólo unos meses de vida, pero no por eso íbamos a dejar de lado tan exquisitos churros. Esta brasserie en el barrio de Chamberí rememora los grandes cafés centroeuropeos de principios de siglo XX y en sus momentos más dulces tienen un protagonista en su carta, unos churros con chocolate para los que no tenemos palabras.

Almagro, 32 (Madrid).

Y terminamos con la mítica churrería Santa Lucía de Donosti, en la que los originales platos con estampado de vaca son tan famosos como su delicioso e intenso chocolate y sus crujientes churros. Cada vez que viajamos a nuestro París particular nos damos un homenaje.

Portu, 6 (San Sebastián).