Lo sé, lo sé, nadie es CEO del amor romántico y por ello, nadie está especialmente interesado en que este triunfe pero teniendo en cuenta que por más que el poliamor y las relaciones abiertas no paran de ganar adeptos, los defensores de la tradición lamentan que el amor Disney no se encuentre en su mejor momento. Los programas de citas intentan que recupere su fuego, pero edición tras edición terminan por demostrar que las relaciones saludables escasean.

"Para salvar al amor romántico, Hollywood muestra en sus galas peliculeras historias de amor"

En la última edición de Love is blind, las diferencias políticas y religiosas han sido algunos de los motivos por los que muchas de las parejas no han terminado juntas y La isla de las tentaciones ha demostrado que la fidelidad, en ocasiones, son los padres. Incluso las comedias románticas que antaño defendían a capa y espada el amor más tradicional comienzan a incluir en sus argumentos todo tipo de desengaños que no siempre posibilitan los finales felices en los que cada vez creemos menos... Y no es de extrañar: el Instituto Nacional de Estadística indica que en nuestro país hay más de 1,6 millones de treintañeras solteras. Las cifras de soltería no parar de aumentar y el amor romántico pierde fuelle, pero Hollywood ha encontrado la mejor forma de mantenerlo a flote: mostrar historias de amor dignas de película en las galas.

Ya vivimos la era del exhibicionismo amoroso en la alfombra roja y ahora los latidos van un paso más allá al subirse incluso a los escenarios de la entregas de premios. Ya no baste con agradecer a la Academia y al equipo el galardón: los donjuanes de Hollywood han de presumir de sus historias de amor.

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YouTube
Imagen de ’Chicken Shop Date’.

Uno de los máximos responsables ha sido Kieran Culkin, que al recoger el Oscar volvió a declarar amor a su esposa y le pidió un cuarto hijo. Otro de los reyes del amor hollywoodiense es Andrew Garfield, que hizo suspirar a las redes sociales en su cita con Amelia Dimoldenberg, responsable del programa de YouTube Chicken Shop Date, en el que ella flirtea con figuras conocidas mientras las entrevista. La química entre ambos era tal que la gente no dudó en pedirle a Netflix una romcom protagonizada por ellos, una prueba más de que en un mundo en el que el amor se ha convertido en algo casi inalcanzable, la esperanza de que aún haya parejas saludables y enamoradas se mantiene viva.

Lo cierto es que hace poco ha salido a la luz la noticia de que el actor está saliendo con Monica Barbaro, pero nada le ha importado a la gente ese dato: lo que ahora todos quieren es creer estar viendo cómo nace una bonita historia de amor carente de guion ante su atenta mirada. Porque luego llegarán las rupturas tumultuosas, las infidelidades y los dramas, pero antes está esa fase en la que todo parece un cuento de hadas.

Prueba de que el amor mueve montañas, stories, dinero e incluso intereses políticos es que también le interesa a figuras como Michelle Obama, que no ha dudado en producir el show de citas Maduritos de Cita. Iba a explicar de qué se trata, pero creo que el nombre lo deja bien clarito.

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Netflix
Imagen de ’Maduritos de cita’.

Ethan Lewis, vicepresidente sénior de no ficción de Higher Ground, la productora de los Obama, asegura que Michelle les daba consejos sobre los cortes a escoger y les animaba a profundizar en el humor y la comedia. La magia del formato, que podría parecer similar al de tantos otros, es la contraposición generacional entre los baby boomers y sus hijos o nietos, que comparten entre sí todo tipo de conocimiento sobre el dating virtual… incluyendo el envío del emoji de la berenjena.

Porque por más que las personas solteras aseguran que el mundo de las citas está cada vez peor (doy fe de ello), la prueba inequívoca de que seguimos creyendo en el amor es que convertimos a los actores más románticos en las estrellas del momento y que las figuras con más poder del mundo apuestan por programas con los que demostrar que el amor existe y que además, lo hace a cualquier edad.

Love is Blind intenta hacernos ver que el físico es lo de menos cuando Cupido hace bien su labor, pero temporada tras temporada, la creciente ansia de fama de los participantes y sus mentiras entorpecen cualquier posibilidad de éxito amoroso tanto, que su productora, Ally Simpson, acaba de reconocer a la revista Rolling Stone que tras una desastrosa octava temporada, necesitan encontrar “hombres buenos”. Yo también, querida Ally. Yo también.

Mientras tanto, el show de Obama quiere ahondar menos en los dramas televisivos y más en los que de verdad se encuentran en el amor. Y no podemos negar que las series más exitosas de las plataformas son aquellas que hacen de las relaciones sus protagonistas, y prueba de ello es que Netflix ya tiene su propia versión ‘made in Spain’ de Los Bridgerton con Manual para Señoritas, pues pocas cosas nos gustan más que las historias amorosas con corsés de por medio.

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Frazer Harrison//Getty Images
Adrien Brody y Georgina Chapman.

Kieran Culkin se merece el Oscar al hombre más enamorado del momento, Adrien Brody nos emociona cuando dedica palabras de amor a Georgina Chapman (si alguien puede superar haber estado casada con Weinstein, queridas, podemos superar a cualquier Montoya que se nos cruce) y Adam Brody (¿será ese apellido sinónimo de ser una buena pareja?) nos derrite cuando presume de esposa al recoger su Critics Choice Award. Dicen que las palabras se las lleva el viento, pero en momentos como estos, quienes verbalizan el amor que sienten por sus parejas son ahora los que vuelven a hacer a un mundo descreído volver a creer, al menos un poquito, en el amor.

Headshot of Marita Alonso

Marita Alonso es experta en cultura pop y estilo de vida. Escribe acerca de fenómenos culturales desde una mirada feminista en la que la reflexión está siempre presente. No tiene miedo de darle una pincelada de humor a las tendencias que nos rodean e intenta que el lector ría y reflexione a partes iguales. Cuando escribe sobre relaciones, su objetivo es que la toxicidad desaparezca y que las parejas sean tan saludables como las recetas que intenta cocinar... Con dramáticos resultados, claro. Los fogones no son lo suyo.

Ha publicado dos libros ("Antimanual de autodestrucción amorosa" y "Si echas de menos el principio, vuelve a empezar") y colabora en diversos medios y programas de radio y televisión luchando por ver las cosas siempre de una manera diferente. Cree que la normalidad está sobrevalorada y por eso no teme buscar reacciones de sorpresa/shock mediante sus textos y/o declaraciones.

Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense, imparte master classes de cultura pop, estilo de vida y moda en diversas universidades. En Cosmopolitan, analiza tendencias, noticias y fenómenos desde un prisma empoderador.