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Muchas mujeres sufren dolor habitualmente durante las relaciones sexuales. Un dolor genital que puede ser recurrente e incluso persistente y darse antes, durante o después de haber mantenido relaciones sexuales. Si eres una de ellas, no te calles ni te conformes con la situación, cuéntaselo a tu ginecólogo para que pueda ayudarte. Como dice Isabel Vielsa, directora médica de Clínicas Eva, “la dispareunia, nombre que recibe esta dolencia, puede ser relativamente frecuente y deberse a muchísimas causas”. De hecho, afecta a entre el 3% y el 5% de la población femenina, como apunta esta ginecóloga.
Es cierto que puede suceder en determinados momentos de la vida de una mujer, como es durante el postparto o en la menopausia, pero no son los únicos motivos ni tampoco algo necesariamente normal. De hecho, las causas pueden ir desde aspectos físicos a psicológicos, por lo que la solución a la dispareunia pasa siempre por la consulta del ginecólogo.
Dolor durante las relaciones sexuales: cuáles son sus causas
Como apunta la Dra. Vielsa, las causas de la dispareunia pueden ser tanto físicas como psicológicas. Y es que la razón de este dolor genital puede radicar tanto en lesiones y alteraciones, como en factores emocionales. Lo primero será determinar la causa para encontrar una solución adecuada.
Dispareunia por causas físicas
“Las primeras son lesiones a nivel vaginal o genital por el parto, en la menopausia por la falta de estrógenos, o alteraciones tanto a nivel cutáneo como de la mucosa vaginal, ya sean alteraciones dérmicas de la piel como por ejemplo un líquen”, explica la experta. Estas patologías, como añade esta ginecóloga, “dan lugar a un dolor más superficial, pero existen otras más dolorosas como una hipertonía o un aumento de la contracción del suelo pélvico”.
Según la directora médica de las Clínicas Eva, “también hay causas uterinas como el útero miomatoso (afectación del útero por miomas, que suelen ser de carácter benigno), o la endometriosis”. Como explica, en este último caso, “cuando el tejido endometrial sale fuera del útero y dependiendo de dónde se implante, puede dar lugar a dolor en las relaciones”.
¿Y la vaginitis o síndrome genitourinario? Como explica la experta, “la vaginitis es un término inespecífico que significa inflamación de la vagina y que puede deberse a falta de estrógenos por un problema mecánico, por una infección; pero, sea cual sea la causa, puede producir dolor o molestia”.
Dispareunia por causas psicológicas
Y también, sí, existen causas psicológicas, como recalca la Dra. Vielsa: “pueden existir relaciones dolorosas y no encontrarse ningún motivo fisiológico que las origine”.
Dolor en la vagina durante el sexo: soluciones a la dispareunia
Como subraya la Dra. Vielsa, hay que ir a la causa que la produce: “Si es cutánea, habrá que poner un tratamiento tópico, para dermatitis, por ejemplo, con corticoides. Si se trata de un descenso de estrógenos, se le pueden administrar tanto a nivel local como oral”.
¿Otras causas y soluciones? “En caso de infección, antibióticos. En caso de dolores más profundos, en relación con hipercontractilidad del suelo pélvico viene muy bien la fisioterapia”, aclara la experta. Y, como subraya, “desde el punto de vista psicológico la mujer debe ser tratada por profesionales de la salud mental con un abordaje completo”. Además, es importante abordar el tema en pareja, como añade la experta, que es “una ayuda muy positiva para la recuperación de la mujer”.
Ginecología regenerativa y funcional para evitar la dispareunia
A lo largo de la vida de una mujer suceden muchos hitos que competen a su salud íntima, por ejemplo dar a luz o la etapa de la menopausia, provocando la aparición de síntomas que, aunque frecuentes, no deberían ser considerados normales: reducción de los niveles de estrógenos, estrechez del grosor de la pared vaginal, sequedad vaginal, incontinencia urinaria, hiperlaxitud vaginal, causando dolor, e incluso provocando una pérdida del placer durante las relaciones sexuales.
Afortunadamente, hoy en día, existen muchas soluciones de ginecología regenerativa que ayudan a solventar estos problemas a través de tratamientos regenerativos -quirúrgicos o no- como la labioplastia, la radiofrecuencia genital, el láser (CO2 o Erbio), la aplicación de PRP o ácido hialurónico, que alivian dolores y ayudan a mejorar notablemente la calidad de la vida íntima de cientos de mujeres día a día.
Además, gracias a estas técnicas aumenta la cantidad de colágeno en los tejidos, la elastina y los vasos sanguíneos, por lo que se logra una regeneración de los tejidos que se traduce en una mejoría en la sequedad vaginal, la tensión de los tejidos y la elasticidad, así como una mejora en las relaciones sexuales en la mayoría de los casos, favoreciendo además, el placer sexual en el 95% de las mujeres tratadas.
Dichos tratamientos regenerativos son aún grandes desconocidos entre el público femenino pero, igual que nos cuidamos por fuera, es igual o más importante cuidar nuestras zonas íntimas. Según Bárbara Fernández del Bas, experta en Longevidad y Ginecología Regenerativa de Clinique La Prairie Madrid “tenemos que tener en cuenta que, a partir de los 40 años vamos perdiendo un 1% anual del colágeno -incluso más durante la menopausia-. Estas técnicas son muy efectivas para prevenir y producir colágeno pero, tras su realización, el paciente debe hacer un mantenimiento del mismo para frenar la velocidad de envejecimiento y no perder lo que hemos conseguido con estos tratamientos”.
¿Cómo se consigue este mantenimiento? Aquí, como dicen desde LELO, son una gran ayuda los juguetes eróticos. En concreto, los vibradores y los succionadores, que permiten y facilitan tener orgasmos con regularidad, ya que estos favorecen el buen mantenimiento de los tratamientos, evitando la desaparición de los vasos sanguíneos que se consiguen con ellos.
“No hay que subestimar a los juguetes eróticos y limitarlos únicamente al placer, ya que pueden ser realmente beneficiosos, además de satisfactorios”, dicen desde LELO. “Su uso, aparte de ser de gran utilidad después de un tratamiento regenerativo, permite alcanzar orgasmos regularmente y tener una vida sexual activa. Este hábito nos beneficiará a todos los niveles, además del físico, porque mantener orgasmos hace que liberemos oxitocina, ‘la hormona del amor’, que provoca que nos sintamos mejor emocionalmente, aumentando el optimismo, la autoestima y la confianza en uno mismo”, añaden.
Experta en fitness, belleza, nutrición, salud, psico, pareja y sexo. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, escribe en Elle.com y Womenshealth.com y ha escrito para muchas cabeceras de Hearst, “mi segunda casa”. En sus más de 25 años de profesión, ha pasado por Terra Mujer, Sport Life, Runners, Atresmedia, La Ser, Radio Aragón o el programa Bellas & Sanas. Es autora de Cambiar de vida es fácil si te dicen cómo. 15 pasos para conseguirlo y de Una vida en forma. La guía de la actividad física y la mujer a cualquier edad. Amalia también es instructora de fitness, profesora de yoga, yoga facial y fundadora de Yogabrunch.es. "Por suerte, la vida me ha permitido unir mis dos pasiones, el periodismo y el mundo del bienestar".
Licenciada en Periodismo en la Universidad de Santiago de Compostela, especializada en marketing, comunicación y producción de moda, así como con estudios de social management y posicionamiento en buscadores. Cuenta con 10 años de experiencia en revistas digitales y en gabinetes de comunicación. Apasionada de las letras, la fotografía, la moda, los animales ¡y del sabor a mar de Galicia!