- Cómo afecta tener baja autoestima en las relaciones de pareja, según una psicóloga experta.
- Las 5 pistas definitivas para saber si las personas que te rodean son empáticas o no, según una experta.
- Ni dejar de fumar ni ir al gimnasio: estos son los 4 auténticos propósitos que debes adoptar para sentirte mejor contigo misma.
Discutir entre dos personas es normal. Quien diga que nunca tiene ninguna discusión con nadie es mentira o bien es alguien que se retira aunque algo no le parezca bien, no pone nunca límites y le es difícil conectar con sus emociones. Los seres humanos somos seres emocionales y por ello, las cosas pueden afectarnos, dolernos, ilusionarnos, angustiarnos, asustarnos, etc. Hasta ahí, todo bien.
Lo que ocurre es que, de la misma manera que debemos entender esto, que sentir emociones diversas es algo normal (incluso aunque a veces estas sean incómodas), es importante saber gestionarlas cuando nos producen incomodidad o dolor. Es importante saber qué hacer con ellas, para que ese malestar desaparezca lo antes posible y no se acabe convirtiendo en una semilla que poco a poco va intoxicando nuestra relación con esa persona, dejándola herida de muerte.
Las discusiones dañinas se pueden dar en cualquier tipo de vínculo, es decir, puede suceder con un familiar, con un amigo, con un compañero de trabajo o con tu pareja. Está claro que la relación de pareja suele ser la que más peso tiene en nuestra vida por lo que es también en la que ponemos más atención y la que más nos afecta cuando ocurren estas discusiones que no sabemos cómo sobrellevar.
Voy a darte cuatro herramientas que si las pones en práctica y tu relación tiene una base sana y un vínculo fuerte, te ayudarán a recuperar la paz y a que se produzca un acercamiento que dará lugar, de nuevo, al amor y el bienestar.
Cuatro herramientas imprescindibles para gestionar una discusión en pareja
No te pases
En primer lugar, es básico evitar, en esos momentos de tensión y malestar, dar rienda suelta a ciertas conductas que son demoledoras para la otra parte como son: las críticas sobre su personalidad, el desprecio, ponerse a la defensiva o evadirse.
Saber cuándo parar
Es importante ser capaces de dar un paso al lado para permitir que ese momento se vaya diluyendo. Ese momento en el que la ira alcanza su punto más álgido, es el más peligroso y el que más debemos ser capaces de controlar. Y me imagino que ahora te preguntarás “ya, y ¿cómo hacerlo? porque cuando tienes las emociones a flor de piel no es tan sencillo…” Lo sé.
Lo primero que debes tener presente es que en estas situaciones, hombres y mujeres no somos iguales. Ante un conflicto acalorado de este tipo, el hombre necesita y tiende a apartarse mientras que la mujer siente la necesidad de hablar, de entender, de llegar al fondo de la cuestión y no parar hasta conseguirlo. Necesita explicaciones y entendimiento. Claro, si no comprendemos esta diferencia entre nuestras necesidades, el conflicto se puede hacer aun más grande. Imagina el hombre apartándose y la mujer detrás exigiendo hablar. Esto es lo que sucede muchas veces pero te aseguro que es mucho más funcional y mucho mejor para llegar a la reparación de esa herida, dejar espacio y que pase un poco de tiempo.
Pero ¡cuidado! Cuando digo que es bueno dejar pasar un tiempo no me refiero a que uno de los dos desaparezca durante días o que estemos una semana en casa sin dirigirnos la palabra. Eso jamás debería ocurrir. Jamás. Me refiero a dejar que salga de casa para tomar aire si lo necesita, que se vaya al gimnasio, que se encierre en su habitación… lo que sea que necesite. Pero luego cuando volvamos a reunirnos, por supuesto tendremos que hablarlo. Las mujeres debemos aprender a controlar esto. Y es igual de importante que antes de irnos a la cama, nos sintamos más tranquilos al respecto.
Si no logramos dejarnos ese espacio, corremos el riesgo de enzarzarnos en una discusión cada vez más acalorada y menos respetuosa y que acabemos diciendo cosas que en realidad no queremos decir.
Desconectar de la discusión...
En ese tiempo de retiro hasta volver a la calma, es muy importante no seguir con la discusión en nuestra cabeza, repitiéndonos una y otra vez lo que ha pasado, lo que le diríamos, desahogándonos con insultos y escupiendo nuestro profundo malestar. Esto es algo que, a pesar de ser muy dañino, las mujeres sabemos muy bien lo que es, ¿no es así? Aprender a controlarlo nos puede aportar muchísima paz y claridad.
... y conectar con todo lo bueno que tiene el otro
Y por último, es muy pero que MUY importante, en cuanto sea posible, tratar de conectar con todos los recuerdos positivos que tenemos sobre la otra persona. Esforzarnos en recordar las muestras de amor que a menudo nos regala, sus demostraciones de que le importamos de verdad. Es decir, se trata de poner de nuestra parte para focalizarnos en lo bueno y lo bonito del otro.
Si quedamos atrapados en lo negativo, en lo ocurrido en la discusión, en las absurdidades que nos hemos dicho en vez de reconectar con todo lo bueno que hay entre nosotros, nos iremos distanciando, sin remedio, cada vez más. Si por el contrario buscamos conscientemente lo positivo, aquello que nos une, el acercamiento se irá produciendo sí o sí y esa compleja experiencia, al contrario de lo que nos pueda parecer, nos habrá fortalecido.
Te aseguro que si sigues estos cuatro pasos y te aseguras de aplicarlos cuando aparezca alguna discusión peligrosa en tu relación, saldrás mucho más ileso de ella y tu relación se mantendrá fuerte y tendrá más posibilidades de perdurar a lo largo del tiempo.
La jefa: Silvia Congost
Silvia Congost es psicóloga experta y un referente nacional en autoestima, dependencia emocional y relaciones tóxicas, conferenciante, autora de 9 libros, y una líder inspiracional en redes sociales y medios de comunicación. Tiene 20 años de experiencia profesional en el sector de la psicología y cuenta con centros en Barcelona, Girona y Madrid, además de realizar terapia online con pacientes de todo el mundo, donde junto a su equipo ha ayudado a miles de personas a reforzar su autoestima, liberarse de relaciones tóxicas y apostar por la vida que realmente sueñan gracias a su propio y exclusivo método.
Puedes encontrarla en Instagram (@silviacongost) y en su canal de YouTube.
Silvia Congost es una psicóloga experta en autoestima, dependencia emocional y relaciones. Conferenciante. Autora de 10 libros entre los que se encuentran títulos como "Personas Tóxicas", "Autoestima automática" o "Si duele, no es amor".
Con 20 años de experiencia, ayuda, junto a su equipo de profesionales, a miles de personas de todo el mundo a aprender a amarse y a mejorar su calidad de vida. Su misión es aportar información y educación emocional en el tema de las relaciones y para ello, crea eventos de gran formato llenando teatros de todo el país, divulga habitualmente contenido de valor en redes sociales y participa de forma regular en medios de comunicación.
Silvia tiene claro que el amor jamás duele, y que si duele, no es amor. Por ello, toda su vida gira entorno a este claro y necesario propósito. Tiene más de 400.000 seguidores en Instagram, un gran altavoz donde divulga sobre relaciones, autoestima y salud emocional.