Acudir a un psicólogo es algo que cada vez está más normalizado, aunque los profesionales sabemos que aún hay mucho camino por hacer. Cada vez más personas tienen claro que a un psicólogo no se va porque se sufra un trastorno mental o para que nos recete medicación (por lo general, ansiolíticos, antidepresivos o antipsicóticos). No. Para eso está el psiquiatra. Acudimos al psicólogo cuando vivimos situaciones que no sabemos gestionar, tanto a nivel conductual (es decir, no sabemos qué hacer, si eso es normal, si nos está dañando, dónde debemos poner los límites, etc) como a nivel emocional (cómo gestionar nuestras emociones, nuestra tristeza, pensamientos limitantes, ansiedad, obsesiones, heridas de infancia, traumas…).

Cuanto uno más se comprenda y sepa cómo gestionar su mundo emocional y su conducta, más autónomo y libre se sentirá. En consecuencia, más feliz.

Pero cuando eso es cosa de dos, la situación es un poco distinta. Me refiero a ¿cómo saber que ha llegado el momento de realizar un proceso terapéutico en pareja? Tener eso claro, y pedir ayuda profesional a tiempo, nos podría evitar mucho sufrimiento y creo que también evitaría muchas rupturas.

El otro día, una de las psicólogas de mi equipo me decía: “Me encanta trabajar con parejas pero a menudo conecto con un sentimiento de impotencia porque vienen demasiado tarde y su vínculo ya está demasiado dañado y ya no se les puede ayudar a reparar”. Es cierto, ese es un sentimiento muy frecuente en los psicólogos que tratan de ayudar a parejas en crisis, que ven que la relación habría podido ser reconducida, pero que no es posible debido a que acuden a la consulta cuando el vínculo ya está roto de hace tiempo.

Por ello, creo que es importante que sepamos identificar cuándo hacerlo y no esperar demasiado. Solo así podremos salvar nuestra relación.

adult holding a baby while interacting with another person in a home environmentpinterest
Netflix

Cuándo acudir a terapia de pareja

Cuando estamos en crisis pero el origen es debido a algo ajeno a la relación

Por ejemplo, por la aparición de una enfermedad, cambio a nivel laboral, estrés laboral, fallecimiento de un ser querido, etc. Todo esto son situaciones que podemos vivir y que es importante que no vayan intoxicando nuestra área privada de la relación. Son áreas externas que evidentemente afectarán a nuestra persona, pero si sabemos gestionarlo bien, no tienen por qué intoxicar nuestro vínculo.

Distanciamiento afectivo

El afecto y las muestras de cariño así como nuestros momentos de intimidad son absolutamente imprescindibles en una relación. Está claro que hay personas más frías y más distantes, pero debe haber unos mínimos. Sentir carencias a nivel afectivo, puede distanciarnos y aprender estrategias y herramientas para que la otra persona se sienta amada y valorada, ayudará a que no se cree esa distancia tan peligrosa.

Asimismo, sentir que hay intimidad, que tenemos momentos “para nosotros” también es imprescindible en una relación. No me refiero a la parte sexual. Si no nos sentimos satisfechos a nivel sexual, por supuesto deberíamos remediarlo lo antes posible, primero hablándolo y después con terapia. Pero hay casos en los que no hay casi vida sexual y eso no supone ningún problema. La cuestión es identificar si sucede algo en la parte afectiva o la parte sexual que nos crea malestar y centrarnos en solucionarlo cuanto antes.

la dolce villa pelicula netflixpinterest
Netflix

Cuando no llegamos a acuerdos sobre temas importantes

Si tenemos que tomar decisiones sobre nuestro futuro, sobre ciertos cambios, sobre la educación de los hijos u otros temas relacionados con ellos, sobre cómo gestionar conflictos con los hijos, etc… Hay que tener claro que tristemente no nos han preparado para todo esto. En la escuela no nos enseñan cómo gestionar estas situaciones y pedir ayuda profesional puede ser un aprendizaje de enorme valor.

Dificultades de comunicación

La sensación de impotencia que se crea cuando sientes que no puedes hablar con tu pareja, es muy peligroso. cuando sientes que digas lo que digas, no sirve de nada, cuando sientes que la otra persona no te escucha, o que no entiende lo que le dices, o que no le importa, cuando sientes que necesitas hablar y él o ella se evade, o pierde los nervios o se pone a la defensiva o incluso desaparece… Eso puede ser demoledor y es algo que se puede educar y modificar siempre que se esté abierto a pedir ayuda y a trabajar en ello.

Así pues, no olvides que ante la duda, es importante acudir a un profesional porque en muchas ocasiones, con un poco de ayuda y unas pocas herramientas, nuestros problemas se solucionan y hacen que nuestra relación pueda seguir viva durante mucho más tiempo y que podamos seguir disfrutándonos y compartiendo mucho más.


La jefa: Silvia Congost

silvia congostpinterest
Elisabet Serra

Silvia Congost es psicóloga experta y un referente nacional en autoestima, dependencia emocional y relaciones tóxicas, conferenciante, autora de 9 libros, y una líder inspiracional en redes sociales y medios de comunicación. Tiene 20 años de experiencia profesional en el sector de la psicología y cuenta con centros en Barcelona, Girona y Madrid, además de realizar terapia online con pacientes de todo el mundo, donde junto a su equipo ha ayudado a miles de personas a reforzar su autoestima, liberarse de relaciones tóxicas y apostar por la vida que realmente sueñan gracias a su propio y exclusivo método.

Puedes encontrarla en Instagram (@silviacongost) y en su canal de YouTube.

Headshot of Silvia Congost

Silvia Congost es una psicóloga experta en autoestima, dependencia emocional y relaciones. Conferenciante. Autora de 10 libros entre los que se encuentran títulos como "Personas Tóxicas", "Autoestima automática" o "Si duele, no es amor". 

Con 20 años de experiencia, ayuda, junto a su equipo de profesionales, a miles de personas de todo el mundo a aprender a amarse y a mejorar su calidad de vida. Su misión es aportar información y educación emocional en el tema de las relaciones y para ello, crea eventos de gran formato llenando teatros de todo el país, divulga habitualmente contenido de valor en redes sociales y participa de forma regular en medios de comunicación. 

Silvia tiene claro que el amor jamás duele, y que si duele, no es amor. Por ello, toda su vida gira entorno a este claro y necesario propósito. Tiene más de 400.000 seguidores en Instagram, un gran altavoz donde divulga sobre relaciones, autoestima y salud emocional.