- Los mejores artículos y reportajes sobre salud mental
- ¿Qué es y cómo practicar el grounding para la ansiedad?
- Los 26 mejores libros de salud mental, depresión y ansiedad
No, no soy psicóloga, ni psiquiatra. Pero sí soy paciente de salud mental. Y sí estoy diagnosticada de varias cosas que afectan a mi salud mental. Tanto, que necesito la ayuda y el acompañamiento de los expertos para que mi fragilidad mental se mantenga estable.
Algo bueno tiene esta era en la que la máxima es hablar, mostrar y compartir. El hecho de que miles de personas compartan sus problemas mentales hace que cobren visibilidad. Que sean notorios. Que existan. Hace unos años, alguien con depresión no lo compartía en público porque, "qué dirán". Alguien con un trastorno bipolar, directamente, era estigmatizado y apartado. Y aunque todavía esto sigue pasando y no está desterrado, la gente comparte sus vivencias sin el temor del estigma y con la libertad de saber que en vez de rechazo, en la mayoría de los casos, obtendrán apoyo.
Ahora bien, el camino se vuelve pantanoso cuando las personas se toman la licencia de convertirse en especialistas de la salud mental "por un post" o una historia. Y ahí llega el problema. Tanto bien hace una cosa... como mal.
Y es que llegados a este punto, mas nos valdría ayudar, que aconsejar. Especialmente en este terreno. Ayudar puede hacerse sin tener ni idea y sin ser un experto, pues compartir tus vivencias o tus aprendizajes, pueden animar al otro a mirar desde otro punto de vista. Aconsejar... bueno, para eso están los que aconsejan sabiendo lo que aconsejan.
Así que yo me vuelvo al lado de la ayuda sin fines de consejo. Ayuda para quien no está viendo más perspectivas que una única vía. Y como la ayuda siempre tiene el fin de mejorar algo, el mío en este artículo, compartiendo las herramientas que mi psicóloga me ha dado para gestionar mi salud y fragilidad mental, es recordar a quien sufra, que hay baldosas amarillas por recorrer.
Focalizar en el momento presente
Poner el foco. Esa fue mi herramienta número 1. Y antes de que mi psicóloga y mi psiquiatra me dijeran y me sigan recordando que no lo pierda de vista, ya lo ponía en práctica. En mi caso, tejiendo. O pintando y dibujando. Focalizar en el momento presente a través de una actividad en el que mis manos toman el control, me ayuda a re-enfocar, a tomar el aire del que me estoy privando cuando todo se oscurece. Contar puntos de un tejido o trazar con cuidado las líneas de un paisaje, es inocente, creativo y, sí, ayuda.
Empezar y terminar
Con algo tan sencillo como comenzar una actividad y llegar a su fin, sea como sea el resultado, puedes también servirte como ayuda en los momentos en los que más frustración y ansiedad te invadan. El hecho de comenzar algo, ya es motivador. Pero terminarlo, aún más: has concluido algo, lo has abierto y cerrado. Haya salido bien, muy bien, mal o desastroso. El caso es poner comienzo y poner fin. Dejar que las cosas no se inunden, ni te inunden.
Cambiar la forma de hablarse a uno mismo
Esa fue otra de las herramientas que, por más básico y absurdo que pueda parecer, más me ayuda en mis fluctuaciones emocionales, en mis extremos. Pasar de la euforia a la depresión en cuestión de horas es agotador. Pero puedo cambiar la forma de hablarme y establecer unas red flags conmigo misma. Del "estoy increíble, brillante y feliz" a un "estoy muy bien en este momento". O de un "estoy fatal y quiero terminar con todo" a un, "ahora mismo no estoy todo lo bien que me gustaría y está bien, pero no es mi estado constante". Pequeños cambios que marcan mucha diferencia.
Cambiar tus propias longitudes de medida
Y aquí vuelvo al punto anterior. Realmente, autogestionarse en pleno ataque de ansiedad o de pánico, o en plena fase de manía, es algo bastante complicado. Pero se puede intentar bajar un poco el volumen. Baja los decibelios de tus emociones, intenta sólo un poco. Y créeme cuando te digo que también ayuda a volver después mejor a la estabilidad.
Verbaliza lo que sientes. Nómbralo
Dicen que "de lo que no se habla, no existe". Y así es como se crearon todos los tabús en esta vida. Echando tierra y poniendo tiritas que de vez en cuando, se despegan. Yo he aprendido que cuando más hablo sobre todo el vendaval que me desordena la cabeza, más entiendo que forma parte de mí, que vendrá conmigo como mis tatuajes, pero que con el tiempo, voy aprendiendo a gestionar.
Como si estuviera aprendiendo a domar a mis dragones. Fácil no es, tampoco agradable. Y tirarás la toalla una y mil veces. Pero verbalizando que hay días en los que realmente sientes que todo está ok y otros en los que no, nombrándolo sin dejar que por dentro te resquebraje, parece ser más sencillo. Porque, ¿sabes lo mejor de todo? Que cuando hablas sobre ello y te rodeas de gente con empatía que te quiere, es más fácil.
Blanca del Río es experta es belleza y estilo de vida. La salud mental y la creatividad son otros dos pilares de inspiración para escribir. No se le escapa un color nuevo de pelo, un corte, una sombra de ojos o una forma viral de hacerse el 'eyeliner'. Le fascina adentrarse en el mundo de la alimentación, indagar en cómo se cuidan en todas las partes del mundo y qué podemos aprender de todos esos rincones para mejorar nuestra salud, por dentro y por fuera. Así que no es de extrañar que tan pronto te encuentres un artículo suyo sobre lo más visto en el backstage de París en maquillaje, como temas referidos a cómo explotar tu lado más creativo, cómo gestionar tus emociones o cómo aprovechar mejor tu energía. Las redes sociales son una de sus fuentes pero no tiene FOMO, porque donde más inspiración encuentra para escribir sobre cualquier tema, es en los libros. Devora todo aquello que sale al mercado en forma de ensayos y manuales sobre todos los temas que aborda a diario, pero pocas veces la encontrarás leyendo una novela (y menos de amor). Blanca se graduó en Periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, se formó como 'cool hunter' en la escuela de moda, arte y diseño IED de Madrid, así como en fotografía y artes visuales y digitales con los mejores profesionales.
Mientras tanto, ha podido completar su expertise con grandes expertos en el terreno de la belleza, la salud y el bienestar gracias a su trabajo en medios de comunicación especializados del ámbito digital, en los que ya acumula más de 15 años de experiencia.