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¿Todos repetimos patrones de comportamiento heredados de nuestros padres? “Heredamos tendencias de conducta y pensamiento de toda nuestra familia, no sólo de nuestros padres. El problema es cuando no son positivos”, dice Ainoa Espejo, grafológa y coach personal y de relaciones. Según esta experta, “lo hacemos a través de lo que nos enseñan activamente, de forma inconsciente por aprendizaje vicario -observación e imitación-, e incluso por herencia genética”.
De hecho, como apunta Espejo, últimamente se está investigando acerca de la epigenética, el peso de la herencia emocional en el árbol genealógico. “Y es que, según apuntan estos estudios, los sucesos traumáticos que sufrimos pueden generar cambios en la forma en la que se expresan nuestros genes (sin que se modifique el código del ADN), y ese cambio se puede llegar a transmitir a la próxima generación”. ¿Sabes cómo cuidar de tu niña interior?
En cualquier caso, aunque haya una parte de nosotros que venga determinada por nuestros antecesores, como recalca Espejo, tenemos un amplio margen de acción para definirnos a nosotros mismos como individuos: “Habrá muchos de esos patrones heredados que sean positivos, y otros tantos perjudiciales, de modo que debemos mantenernos muy conscientes para identificar los que no deseamos y evitar reproducirlos en automático si queremos tener una vida más plena y saludable”.
El día en el que te das cuenta de que tus padres no son perfectos
¿Todos debemos, en algún momento de nuestra vida, llegar a ese punto de inflexión en el que tenemos que decidir con qué nos quedamos y con qué no de nuestros padres? Espejo nos traslada una maravillosa cita de Alden Nowland para responder a esta pregunta: “El día en que el niño se da cuenta de que los adultos son imperfectos, se convierte en adolescente. El día en que los perdona, se convierte en adulto. Y el día en que se perdona a sí mismo, se convierte en sabio”.
“A menudo, por amor ciego a nuestro clan, por necesidad de pertenencia y por las lealtades familiares que guardamos de forma inconsciente, acabamos repitiendo lo que hemos recibido de los nuestros”, dice Espejo. “Y ciertamente, es mucho más fácil así: actuar en automático nos evita tener que pensar por nosotros mismos y hacer ese proceso tan incómodo que puede ser a veces la introspección para descubrir quiénes somos y qué queremos. Además nos asegura una convivencia pacífica, porque a ninguna oveja incomoda que sigamos al rebaño”, añade.
Eso sí, como apunta la coach, “es probable que nos estemos perdiendo y traicionando por el camino al actuar involuntariamente y poner a los demás por delante, porque, cuando haces las cosas simplemente ‘porque siempre se han hecho así en tu familia’, ¿qué criterio es el que prevalece? ¿a qué voz estás escuchando?”. Aquí tienes 10 consejos para tratarte mejor a ti misma.
Como subraya Espejo, cada cual debería encargarse de su propio proceso de desarrollo personal e individuación: “Encontrar el equilibrio entre ser tú misma e integrarte (esto es extensible a todos los grupos de los que formes parte). No fusionarte con los tuyos ni tampoco pasar al extremo contrario de ser radicalmente diferente a ellos por pura rebeldía. Elegir qué heredar y qué transformar de tus raíces familiares. Conectar con tu esencia, estando en paz con ellos, desde el amor y el agradecimiento por todo lo que te han aportado, permitiéndote re-escribir tu propia historia”. ¿Sabes qué son las constelaciones familiares y cómo pueden ayudarte?
Esta maduración, como apunta la coach, “es especialmente importante si tienes hijos -o vas a tenerlos-, el proceso de deconstrucción y reconstrucción de tus valores y creencias te ayudará a cortar la cadena de patrones dañinos, pudiendo ser la madre que quieres ser, desde la libertad”.
Creencias limitantes heredadas
¿Cómo superar todos esos patrones de comportamientos heredados? Para ello, como dice Ainoa Espejo, “lo primero es conocer bien a tus padres, hacer una observación y análisis respetuoso, desde la curiosidad, dejando fuera el juicio”. Como añade esta coach, es importante dejar de verles como "papá" y "mamá", y reconocerles como los seres que son, con su historia individual, sus deseos, necesidades, miedos, vivencias propias… y cómo todo eso les ha impactado y convertido en quienes son. “Además de recordar que ellos también recibieron una educación y unas creencias de tus abuelos, y tus abuelos de tus bisabuelos… y así hasta el inicio; si puedes, amplía igualmente tu mirada hacia ellos”, añade.
“En caso de ser adoptada, observa a quienes te hayan criado y su estirpe”, recomienda Espejo. “Para hacer este proceso de conocimiento y liberación -que puede durar meses o incluso años-, te recomiendo llevar un registro escrito de tus descubrimientos. Presta mucha atención a lo que se ve y lo que no: ¿Qué ideas creen, qué cosas opinan? ¿Qué dicen, qué refranes repiten en tu familia? ¿Qué hacen, qué decisiones toman, bajo qué criterios?”, apunta.
La experta recomienda tener en cuenta todo esto respecto a tus padres, seas adoptada o no:
- Observa sus valores, sus ideas y cómo se relacionan con las diferentes áreas: salud, cuidado del cuerpo, pareja, familia, amigos, relaciones, hijos, crianza y educación, hogar, espiritualidad, trabajo, esfuerzo, dinero (¿sabes por qué nos cuesta tanto hablar de dinero?), ahorro, abundancia, emprendimiento, estilo de vida, viajes, responsabilidades como ciudadano, respeto a la naturaleza; solidaridad y ayuda, socialización...
- Toma nota de su filosofía de vida. Por ejemplo, si son victimistas, negativos, o si son resilientes, si se empoderan y responsabilizan para cambiar lo que no les gusta, etc.). ¿Sabes cómo aprender de un fracaso?
- Cómo de justicieros son, si se involucran con causas, ideas políticas...
- Fíjate en su forma de hablar, de discutir (¿sabes discutir?), si son asertivos, qué tipo de expresiones tienen.
- Y, muy importante: cómo es su autoestima, su seguridad personal, su autoimagen; su relación consigo mismos, con la culpa y el perdón. ¿Sabes cómo influye la autoestima en las relaciones de pareja?
- Cómo toleran la frustración, si son autoexigentes, perfeccionistas, si son miedosos o precavidos. Si critican, cotillean, son intolerantes, etc. ¿Tú tienes miedo a ser imperfecta?
- Y pon especial atención a tu madre -o padre- si te dicen que te pareces mucho a ella o él.
“Observa todo lo que puedas, en silencio y con humildad. Sin juzgarles ni enfadarte por no ser como te gustaría que fueran”, dice Espejo. De todas esas cosas, ¿cuáles haces, piensas, sientes u opinas tú (igual o parecido a ellos)? La coach nos invita a reflexionar: “¿Esto lo quiero para mí? ¿Cómo me hace sentir? ¿Se alinea con el tipo de mujer que quiero ser? ¿Me ayuda a ser mejor persona? ¿Me acerca a la vida que quiero tener? ¿Podría adaptarlo a mi forma de ser o de pensar? Concretamente ¿qué nuevas creencias, valores, ideas y comportamientos voy a cosechar?”. ¿Sabes qué es la manifestación y cómo puede cambiar tu vida?
Como apunta Espejo, “ten en cuenta que son muchos años de programación inconsciente, y que, como dice el refrán, ‘la cabra tira al monte, así que no te frustres si te vuelves a pillar pensando o actuando como no te gusta”. Como subraya la coach, “se trata de crear tus nuevos hábitos positivos de pensamiento y acción, así que ten paciencia contigo misma; lleva un registro para mantenerte alerta hasta que consigas automatizarlos y, si necesitas, pide ayuda profesional para todo este proceso”.
¿Tan mal lo hacen los padres que tenemos que evitar ser igual que ellos?
Como dice Ainoa Espejo, “estamos viviendo el boom del desarrollo personal, del despertar de conciencia; hoy en día nos parece natural atender a nuestras emociones, empoderarnos para cambiar lo que no nos satisface, ir a terapia… pero hasta hace cuatro días esto era muy diferente, no había la ingente cantidad de información que tenemos hoy”. Como subraya la coach, “las generaciones pasadas hicieron lo mejor que supieron y pudieron, con lo que sabían en cada momento y en función de lo que valoraba la sociedad. Y esto será así siempre”.
¿Cometeremos nosotros los mismos errores como padres? “Nuestros descendientes probablemente interpretarán como errores lo que ahora creemos estar haciendo bien. Es natural, forma parte de la evolución humana, y ese inconformismo es lo que impulsa el cambio social”, dice Espejo.
La coach nos invita a ser más humildes, tolerantes y compasivas. “Nuestros padres no son perfectos. Nosotras no somos perfectas. Y está bien así”, dice. “Debemos aprender a mirarlos con respeto y agradecimiento por todo lo que buenamente hicieron por nosotras. Sobre todo porque nos dieron lo más importante que tenemos: la vida”, recalca.
Como explica la experta, “a nivel inconsciente los padres representan muchos más aspectos de los que podemos imaginar”. Según Espejo, una mala relación con cualquiera de ellos nos puede bloquear o dificultar la prosperidad en esos ámbitos: “En el caso de la madre, arquetípicamente representa la salud, el cuerpo, la nutrición. Así como el éxito, el dinero que viene a tu vida, tus relaciones de pareja, la confianza (en todo: en ti misma, en los demás, el mundo, la vida,…). Cómo nosotros tratamos a la madre, así nos trata la vida y el dinero”. ¿Tienes una mala relación con tu madre?
Por su parte, como continúa la coach, “el padre simboliza el trabajo, la realización profesional, la capacidad para generar dinero y hacer que éste se quede en tu bolsillo, así como la salud mental, las relaciones sociales y con el mundo, la fuerza, la energía, la disciplina, el compromiso, la capacidad para mantener y mejorar el estatus laboral”. “Papá es la orientación, la figura orientadora. Todos los conflictos ‘afuera’ es papá. Cómo nosotros tratamos al padre, así nos trata el trabajo, la vida profesional y el dinero del que disponemos. La madre es el SÍ (sí a la vida, a la abundancia, al éxito, al amor, al disfrute…). El padre también es el NO (no al abuso, no al estancamiento… es los límites)”. Aprende a decir no con estos consejos.
“Por eso es tan importante sanar el vínculo con nuestros padres y quedarnos en paz con ellos”, apunta Espejo. Como subraya esta coach, “incluso aunque la relación esté rota o hayan fallecido, puedes sanar su figura interna en ti, lo que sientes y piensas acerca de ellos”. ¿Cómo? Como dice la coach, “una forma sencilla de lograr esto es aplicando Ho’oponopono, una preciosa técnica ancestral hawaiana, que utilizan para resolver conflictos y perdonar”. “Te invito a buscar más información al respecto, pero básicamente se resume en repetir -y sentir- el mantra sanador: ‘lo siento, perdóname, gracias, te amo’. Puedes utilizarlo en tus meditaciones diarias, o simplemente cuando pienses en tus padres, junto con la frase: ‘Mi familia es perfecta para mi evolución. Gracias’”, recomienda la coach. ¿Por qué no probarlo?
¿Crees que necesitas ayuda para sanar la relación con tus padres y dejar de repetir ciertos patrones de comportamiento? Puedes hacer coaching personal con Ainoa Espejo.
Experta en fitness, belleza, nutrición, salud, psico, pareja y sexo. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, escribe en Elle.com y Womenshealth.com y ha escrito para muchas cabeceras de Hearst, “mi segunda casa”. En sus más de 25 años de profesión, ha pasado por Terra Mujer, Sport Life, Runners, Atresmedia, La Ser, Radio Aragón o el programa Bellas & Sanas. Es autora de Cambiar de vida es fácil si te dicen cómo. 15 pasos para conseguirlo y de Una vida en forma. La guía de la actividad física y la mujer a cualquier edad. Amalia también es instructora de fitness, profesora de yoga, yoga facial y fundadora de Yogabrunch.es. "Por suerte, la vida me ha permitido unir mis dos pasiones, el periodismo y el mundo del bienestar".