Hablar o escribir sobre ansiedad me genera algo que empieza por "an" y termina por "siedad", pues es un término tan habitual y recurrente que pudiera parecer que cada vez que se repite, desata los nervios y entrecorta la respiración. Según datos del Ministerio de Salud, el problema de salud mental más frecuentemente registrado en las historias clínicas de atención primaria es el trastorno de ansiedad, que afecta al 6,7% de población con tarjeta sanitaria, y los informes aseguran que los problemas de salud mental "constituyen una de las epidemias de nuestro siglo que se debe prevenir, afrontar y saber manejar".

"La ansiedad trae consigo una promesa: te va a mantener a salvo"

Lamentablemente, estos datos no son sorprendentes, pero sí puede serlo la conclusión a la que ha llegado el psicólogo Owen O’Kane, autor de Addicted to anxiety (Michael Joseph, 2025), un libro en el que asegura que la ansiedad, como ocurre con las drogas o el alcohol, trae consigo una adictiva promesa: ‘Te voy a mantener a salvo. Te voy a proteger’. Por eso, asegura, no es raro que tantas personas se hayan enganchado a ella.

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FELIPE HERNÁNDEZ / NETFLIX
Imagen de la serie ’Valeria’.

Si vives con ansiedad y experimentas los síntomas debilitantes que la acompañan, te prometo que hay una manera de avanzar. Pero eso significa comenzar a dejar de lado activamente los patrones a los que eres adicto cuando se trata del mantenimiento de tu ansiedad”, asegura en el libro. “Sí, la ansiedad es algo que te está sucediendo, pero existe la posibilidad de que muchas de tus acciones, comportamientos y respuestas estén alimentando el fuego y manteniéndolo encendido. Puedes verlos como una forma de lidiar con tu ansiedad o aliviar los síntomas, pero existe la posibilidad de que estés avivando ese fuego”, advierte.

Explica que sin ser conscientes de ello, podemos estar sumidos en un proceso que a corto plazo, aporta cierta sensación de seguridad pero en realidad, agranda la ansiedad y desemboca en una vida repleta de sufrimiento.

¿De verdad es ansiedad?

Christina Stiehl alzó hace años la voz en un artículo de Vice al indicar que la gente emplea el término “ansiedad” en exceso cuando en muchos casos, en realidad simplemente está nerviosa. “Nada está más de moda ahora que los desórdenes de ansiedad”, aseguraba. Alude a celebridades que repiten incesantemente la palabra en sus realities (pone como ejemplos a Las Kardashian y a las que participan en los shows de Real Housewives) y considera que en su opinión, terminan por trivializar el trastorno mental.

"La gente puntúa las frases con terminología digna del consultorio de un psiquiatra"

“La gente ha empezado a exagerar sus experiencias cotidianas y a puntuar las frases con terminología que sería más adecuada en el consultorio de un psiquiatra. Las personas ya no están nerviosos por tener una presentación de trabajo; tienen “ansiedad grave”. No se sienten incómodas por ir a una gran fiesta en la que no conocen a nadie; tienen “ansiedad social”. Y no sienten mariposas en el estómago; tienen “ataques de pánico”, dice.

"La ansiedad es la respuesta física y psicológica al estrés"

Son muchos los expertos que dicen que la ansiedad tiene un lado positivo que hemos de aprender a manejar. Es el caso de la neurocientífica Wendy Suzuki, que en La buena ansiedad (Ediciones Paidós, 2024) invita a los lectores a aprender a gestionar la ansiedad y convertirla en un poderoso recurso. Aunque para muchos, la ansiedad pudiera parecer la única reacción posible ante el caos y el frenetismo que nos rodea, no es otra cosa que la respuesta física y psicológica al estrés.

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Netflix
Imagen de ’Machos Alfa’

“El cuerpo no conoce la diferencia entre el estrés causado por factores reales y el generado por situaciones imaginadas o hipotéticas. Sin embargo, al comprender la neurobiología que desencadena la ansiedad y lo que sucede en nuestros cerebros y en nuestros cuerpos cuando esto sucede, es posible aprender a descomponer nuestras emociones en unidades más pequeñas que podremos manejar y gestionar”, asegura.

Adictos a la ansiedad

Pero al parecer, muchas personas se han vuelto adictas a esa energía. Al igual que Suzuki, O’Kane cree que la ansiedad tendría que ser algo con lo que trabajar, no contra lo que luchar. Lo delicado es que las sustancias químicas que se liberan durante un ataque de ansiedad son las mismas que se producen durante la excitación (cortisol y adrenalina) y en estados de hiperansiedad, los niveles de serotonina, endorfinas y encefalina pueden aumentar.

"Es más fácil estresarse que calmarse"

Por eso no es extraño engancharse también al estrés, que al producir cortisol, nos empuja a necesitar sentir ese subidón, que hace que cuando no estamos estresados, nos estresemos por no estarlo. En un mundo que nos ha acostumbrado a tener que estar atentos a decenas de cosas a la vez y en el que somos bombardeados con información, frenar se antoja complicado y resulta paradójicamente más sencillo estresarse que intentar acariciar la calma. A mí, desde luego, pocas cosas me ponen más nerviosa que las frases "cálmate" o "pon la mente en blanco".

“Lidiar con la ansiedad no es como tratar un riñón o un pulmón"

“Si el cuerpo no puede diferenciar entre un estado de ansiedad basado en el miedo y un estado de excitación basado en la alegría, no es de extrañar que los confundamos”, advierte O’Kane, que explica que una paciente que llevaba cuatros años despertándose con ansiedad, se alarmó el día que se levantó de la cama sin ese “nudo en el estómago”. “Lidiar con la ansiedad no es como tratar un riñón o un pulmón: es algo que se manifiesta a través del pensamiento, la conducta, las emociones y las sensaciones físicas del cuerpo”, comenta a Stylist. “Pero cuanto más la conozcas y desarrolles una relación favorable con ella, se convertirá en una compañera con la que podrás interactuar y negociar. Es entonces cuando regresará la libertad y, con ella, la confianza y la resiliencia”, asegura.

Lamentablemente, como en realidad no existe un programa de 12 pasos para sobrellevar la adicción a la ansiedad, el autor recomienda, entre otras cosas, alejarnos de entornos laborales que no nos hagan felices y dormir bien. Claro, querido Owen O’Kane, como si fuera tan fácil. No sé a vosotras, pero me ha entrado ANSIEDAD solo de leer sus consejos. No sé si soy adicta o si realmente la fatiga del dating, las facturas, el IRPF, el impuesto de la soltería que hace que llegar a fin de mes sea una lucha y el mundo, en general, son los responsables de que tenga ansiedad. Y os digo una cosa: no sabéis las ganas que tengo de librarme de ella.

Headshot of Marita Alonso

Marita Alonso es experta en cultura pop y estilo de vida. Escribe acerca de fenómenos culturales desde una mirada feminista en la que la reflexión está siempre presente. No tiene miedo de darle una pincelada de humor a las tendencias que nos rodean e intenta que el lector ría y reflexione a partes iguales. Cuando escribe sobre relaciones, su objetivo es que la toxicidad desaparezca y que las parejas sean tan saludables como las recetas que intenta cocinar... Con dramáticos resultados, claro. Los fogones no son lo suyo.

Ha publicado dos libros ("Antimanual de autodestrucción amorosa" y "Si echas de menos el principio, vuelve a empezar") y colabora en diversos medios y programas de radio y televisión luchando por ver las cosas siempre de una manera diferente. Cree que la normalidad está sobrevalorada y por eso no teme buscar reacciones de sorpresa/shock mediante sus textos y/o declaraciones.

Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense, imparte master classes de cultura pop, estilo de vida y moda en diversas universidades. En Cosmopolitan, analiza tendencias, noticias y fenómenos desde un prisma empoderador.