- Cómo aprender a vivir a solas y en paz con uno mismo, por una experta en relaciones.
- Las 4 fases del maltrato: así reconocerás a la persona que quiere destrozarte la vida... y podrás salir de ahí.
- Cuando te manipulan para hacer lo que no deseas: qué es el chantaje emocional, cómo detectarlo y qué hacer.
¿Has estado alguna vez en una relación con alguien incapaz de controlar sus ataques de ira? ¿Alguien que cuando se pone nervioso/a, no controla sus reacciones ni sus actos incluso pudiendo llegar a ponerse violento? ¿Alguien capaz de romper cosas, gritar, insultar o faltar al respeto a quien está delante? ¿Alguien que en ese momento no logra pensar en las consecuencias que pueden llegar a tener sus actos una vez todo haya pasado? ¿Tal vez ese alguien...eres tú?
La ira es una emoción. En algunas ocasiones puede activarse para ayudarnos a poner límites, a evitar el abuso, la manipulación o el maltrato pero si no somos capaces de controlarla (y pasa ella a controlarnos a nosotros) o si aparece habitualmente de forma automática y como parte de nuestro carácter o nuestra forma de ser, puede convertirse en un verdadero problema en nuestra vida y en nuestras relaciones.
Las personas que tienen este problema con la ira, es frecuente que la defiendan, es decir, que no sean plenamente conscientes de qué es lo que les ocurre en realidad. Es frecuente que su forma de percibir e interpretar esos momentos en los que se comportan de ese modo, tenga que ver con un evidente ataque de alguien hacia ellos. Así es cómo justifican su forma de reaccionar. Dirán cosas como “me estaba provocando”, “esa persona lo hacía adrede para que yo saltara”, “era una mala persona”, “me estaba buscando”, y así se quedarán tan satisfechos pensando que han hecho lo correcto.
En cambio, si les observa alguien tranquilo, con un grado equilibrado de autocontrol y con una clara capacidad de autogestión emocional, puede que sienta mucha vergüenza, incluso miedo, y no dará crédito a esa forma de actuar y reaccionar que verá como algo totalmente fuera de lugar.
La cuestión es, ¿cómo hacerle frente? ¿Cómo aprender a gestionar esa ira y evitar así las graves consecuencias que acostumbra a tener? Te cuento algunos tips que pueden ayudarte.
Consejos sencillos y prácticos para controlar la ira
Aprender a canalizar el malestar
Lo primero que debemos analizar es si somos de esas personas que por no generar conflictos o para evitar que los demás se enfaden o molesten, acostumbramos a tragarnos nuestro malestar, a callar cuando algo no nos parece bien y ceder ante ello mientras bajamos la cabeza. Hacer eso, no es nada bueno. Es importante que aprendamos a ser asertivos, es decir, a expresar lo que pensamos o sentimos con educación y respeto pero siendo claros con ello.
Los demás tienen derecho a saberlo y así es como les damos la oportunidad de que nos conozcan y de que la relación mejore. Cuanto más asertivos y claros seamos, más nos van a respetar y más control sentiremos que tenemos sobre nuestra vida y nuestros actos. Si al contrario, no lo expresamos, nos puede ocurrir que llegue un día que no podamos más, explotemos y tengamos una reacción completamente fuera de lugar y desmedida comparada con lo que está ocurriendo.
Evitar la competitividad
Hay personas que son, de forma natural, extremadamente competitivas. Sienten que todo es una competición y en ella, o pierden o ganan. Y claro, no están dispuestas a perder. Por ello, cada vez que sienten que alguien se lleva la victoria (y hablo de situaciones que nada tienen que ver con ganar o perder sino de situaciones en las que tienen que renunciar a lo que quieren o que sienten que les están humillando simplemente porque les dan una orden - suele ocurrir con personas de autoridad, con un policía que te dice que no aparques ahí, con el personal de control del aeropuerto, etc…) pueden llegar a perder la capacidad de controlarse por completo. Empiezan a sentir las respuestas fisiológicas de la ira y de no ser capaces de gestionarla, la situación puede acabar muy mal.
Analizar siempre lo ocurrido
Es muy importante que si te ocurre esto, seas capaz de, una vez ha pasado el incidente, sentarte tranquilamente y analizar lo que ha sucedido pero desde la distancia. Intentando hacerlo como observador, sin conectar con las emociones. Como si vieras que le ocurre a otra persona. Tratar ver el supuesto “provocador” desde fuera y luego hacer lo mismo contigo, te permite ver con más claridad la magnitud de tu respuesta desproporcionada y probablemente innecesaria.
Comprobar tu estado físico
Analiza también si puede ser que estés especialmente agotado o cansado, si llevas días sin dormir bien lo cuál te hace estar más irritable y con menos autocontrol o si se trata de algo frecuente en ti, algo que te ocurre de forma habitual o que te ha pasado en muchas ocasiones.
Ponerle freno
En cualquier caso, si eres consciente de que esto te ha ocurrido en más de una ocasión y que es un problema para ti y para las personas que tienes cerca como tu pareja, es muy importante que no lo dejes pasar y que busques herramientas para ponerle remedios.
Entre ellas, puedes intentar incorporar en tu vida actividades como la meditación, el yoga o simplemente la práctica de ejercicio físico de forma regular y si puedes y te apetece, sería perfecto que lo consultes con un psicólogo especializado en el control y la gestión de las emociones para asegurarte de que incorporas nuevos patrones de conducta y que aprendes a gestionar estas situaciones.
La jefa: Silvia Congost
Silvia Congost es psicóloga experta y un referente nacional en autoestima, dependencia emocional y relaciones tóxicas, conferenciante, autora de 9 libros, y una líder inspiracional en redes sociales y medios de comunicación. Tiene 20 años de experiencia profesional en el sector de la psicología y cuenta con centros en Barcelona, Girona y Madrid, además de realizar terapia online con pacientes de todo el mundo, donde junto a su equipo ha ayudado a miles de personas a reforzar su autoestima, liberarse de relaciones tóxicas y apostar por la vida que realmente sueñan gracias a su propio y exclusivo método.
Puedes encontrarla en Instagram (@silviacongost) y en su canal de YouTube.
Silvia Congost es una psicóloga experta en autoestima, dependencia emocional y relaciones. Conferenciante. Autora de 10 libros entre los que se encuentran títulos como "Personas Tóxicas", "Autoestima automática" o "Si duele, no es amor".
Con 20 años de experiencia, ayuda, junto a su equipo de profesionales, a miles de personas de todo el mundo a aprender a amarse y a mejorar su calidad de vida. Su misión es aportar información y educación emocional en el tema de las relaciones y para ello, crea eventos de gran formato llenando teatros de todo el país, divulga habitualmente contenido de valor en redes sociales y participa de forma regular en medios de comunicación.
Silvia tiene claro que el amor jamás duele, y que si duele, no es amor. Por ello, toda su vida gira entorno a este claro y necesario propósito. Tiene más de 400.000 seguidores en Instagram, un gran altavoz donde divulga sobre relaciones, autoestima y salud emocional.