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Fue en la primera edición de Edufin Talks donde José Antonio Herce, presidente del Foro de Expertos Independientes del Instituto BBVA de Pensiones, habló del movimiento FIRE (Financial Independence, Retire Early). “Son jóvenes que empiezan a trabajar a los 18 o a los 20 y acumulan, porque empiezan a ahorrar lo que no está escrito, uno y medio o dos millones de dólares. Se jubilan a los 38”, señalaba.
Por supuesto, para unirse a este movimiento FIRE se necesita contar con una capacidad de ahorro muy superior a la media, pero, ¿qué más hemos de tener en cuenta si queremos jubilarnos temprano? “Estar en disposición de poder elegir si quiero o no trabajar a los 50 es lo que se llama lograr tu libertad financiera. Conseguirla no tiene que suponer jubilarte y dejar de trabajar de forma definitiva, sino dejar de pensar en el trabajo como una obligación y empezar a considerarlo como algo optativo, que puedes escoger o no en función de prioridades y de los objetivos que tengas”, explica el analista económico Pablo Gimeno.
“No hay una fórmula mágica, pero sí varias claves, entre las que se encuentra una buena planificación financiera, y el punto de partida es siempre analizar el patrimonio neto actual que está compuesto por los activos fijos, como tu vivienda, una nave o un local, tu coche... También se compone de los activos circulantes, como el dinero que te deben, depósitos, inversiones y dinero en el banco, y por los pasivos, donde están tus deudas, hipoteca, el crédito del coche, etc. Si sale negativo, tendrás que remar más que si sale positivo”, señala.
“Otra clave está en llevar al día nuestra contabilidad personal, porque la mayoría de las personas empieza a vigilarla solo cuando llegan los problemas. Podemos hacer un presupuesto personal y familiar y tener en cuenta que no es solo anotar ingresos y gastos, sino establecer un plan para nuestro dinero a futuro. El objetivo es que los ingresos que generes sin ir a trabajar sean mayores que tus gastos corrientes, y para eso es muy importante diferenciar entre dos términos que se parecen mucho: gastar e invertir. De cara a alcanzar la libertad financiera, necesitamos conseguir ingresos pasivos a través de nuestras inversiones, y eso siempre supone un esfuerzo”, comenta el Director de la Escuela de Educación Financiera ‘Método Free’. Señala que incorporarnos cuanto antes al mercado laboral, endeudarnos con inteligencia y tener un objetivo claro son fundamentales para lograr esta libertad financiera que nos ayudará a tener una jubilación anticipada. Otra clave es, por supuesto, la formación.
María Guadalupe tiene 63 años y dejó de trabajar hace casi dos décadas alquilando dos de las habitaciones de su casa a estudiantes extranjeros. "Aunque parezca exagerado, solo se las alquilo a estudiantes de postgrado, porque así sé que se trata de gente centrada que estudia mucho y que por ello, no va a ser conflictiva. Les cobro 600 euros por la habitación con gastos al mes. También tengo otro piso en alquiler, por lo que desde hace veinte años, vivo de ello", explica la ex banquera, que matiza que siempre ha sido muy ahorradora.
Según el ‘Índice sobre Percepciones para la Jubilación’, los trabajadores españoles tienen un nivel de confianza bajo en las pensiones. Tan solo un 38% tiene una confianza alta o muy alta en recibir una pensión en el momento de la jubilación, muy por debajo de otros países europeos, con los Países Bajos a la cabeza del ranking. Además, son las personas con menos ingresos (inferior a 20.000€) las que muestran una mayor desconfianza en el sistema de pensiones.
Hemos de tener en cuenta los gastos que Pablo Gimeno llama recurrentes, como las suscripciones a diversas plataformas de streaming, que asegura que aunque en inicio parecen pequeños, al finalizar el año suman cantidades importantes. También hay que contemplar los gastos vinculados al ocio, que han de ser planificarlos para poder contenerlos. Para lograrlo, es importante hacer una planificación mensual o anual de cuánto queremos destinar a ello e intentar ceñirnos a esos planes. Estos son algunos de los gastos que frenan nuestra capacidad de ahorro, y lo cierto es que al pensar en ello, emerge la duda de si realmente es posible ahorrar sin dejar de vivir la vida.
“Ahorrar muchas veces implica vivir por debajo de nuestras posibilidades. Esto no quiere decir ser un tacaño o no disfrutar de la vida, sino vivir con cabeza. Desde mi punto de vista, vivir por debajo de mis posibilidades significa que el dinero que consigo ahorrar de mis ingresos me va a permitir ser mucho más feliz en el futuro que si lo destino a ciertos gastos superficiales en el presente. Tenemos que ser como las hormigas, que guardan alimento en verano para poder comer en invierno. El ‘carpe diem’ está muy bien, pero no para todo el mundo”, responde Gimeno, Director de la Escuela de Educación Financiera ‘Método Free’.
“El esfuerzo siempre merece la pena. Como profesor en la Universidad Francisco de Vitoria, le he preguntado a mis alumnos de ADE muchas veces si prefieren ser una persona de 70 años con unos ahorros desmesurados gracias al esfuerzo de toda una vida o ser las personas que son, con 22 años y toda una vida por delante, pero sin un euro”, asegura. “El 100% valora mucho más no tener capital, pero sí tiempo. Y en mi opinión, ese tiempo está directamente relacionado con la libertad financiera, ya que esta no busca otra cosa que poder administrar tu tiempo de manera distinta a cómo lo hace la mayoría de la gente”, señala Pablo Gimeno, que comenta que lo habitual es que las personas empiecen a preocuparse por su futuro financiero al llegar a los 40-45 años. “Entonces empiezan a informarse y a asesorarse, contratando planes de pensiones, por ejemplo. Ya van tarde, y más con la crisis que tiene encima nuestro sistema público de pensiones”, comenta.
Para finalizar, hemos de tener en cuenta lo que explica Esmeralda Gómez en ‘Tu llave a la libertad financiera’. Si el dinero ahorrado es inferior a un tercio del ingreso anual neto, habría que destinar el 20% al ahorro, el 10% a la inversión y el 70% a gastos. En cambio, si hemos ahorrado más de un tercio del ingreso anual neto, tendríamos que destinar un 25 % a la inversión, un 70 % a los gastos y ahorrar el 5%.
Marita Alonso es experta en cultura pop y estilo de vida. Escribe acerca de fenómenos culturales desde una mirada feminista en la que la reflexión está siempre presente. No tiene miedo de darle una pincelada de humor a las tendencias que nos rodean e intenta que el lector ría y reflexione a partes iguales. Cuando escribe sobre relaciones, su objetivo es que la toxicidad desaparezca y que las parejas sean tan saludables como las recetas que intenta cocinar... Con dramáticos resultados, claro. Los fogones no son lo suyo.
Ha publicado dos libros ("Antimanual de autodestrucción amorosa" y "Si echas de menos el principio, vuelve a empezar") y colabora en diversos medios y programas de radio y televisión luchando por ver las cosas siempre de una manera diferente. Cree que la normalidad está sobrevalorada y por eso no teme buscar reacciones de sorpresa/shock mediante sus textos y/o declaraciones.
Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense, imparte master classes de cultura pop, estilo de vida y moda en diversas universidades. En Cosmopolitan, analiza tendencias, noticias y fenómenos desde un prisma empoderador.