Ganas de comprar +1000
Dinero “ahorrado”: 17 € vestido Sfera + 26€ pendientes farmacia = 43 euros
Mini trampa: he comprado una CC Cream en Amazon
Mini trampa (2): Aún tengo cosas en el armario por estrenar que me van a ayudar a pasar el mono.

7 de junio de 2023. Celebramos la segunda edición de los ELLE Eco Awards. Irónicamente, para tal ocasión, como hago con cada uno de los eventos que tenemos en ELLE, decido comprarme un vestido nuevo. Uno de H&M en blanco y negro de rayas con un gran lazo lateral, ideal sí, pero un claro ejemplo de vestido-de-una-puesta. Esto ya lo sabía cuando le di al click de comprar pero fue al verlo sobre mi cama al día siguiente cuando me pregunté “pero ¿y ahora qué hago yo con este vestido?”.

No era la primera vez que esto me ocurría, por supuesto, pero sí la primera en la que de verdad me pesaba haber vuelto a comprar un vestido que sabía de antemano que era muy difícil que me volviera a poner. Y de estos tengo varios en mi armario.

A esto se sumó leer al día siguiente de los Eco Awards el post de Marta D. Riezu en Instagram y en concreto estas palabras que parecía me estuviera dedicando:

Pregunta recurrente en los mensajes privados: ¿si compro en Zara no tengo remedio, voy a arder en el infierno, etc? No. El error no es comprar low cost, aunque es mejor ayudar al sustento de marcas responsables, coherentes y locales. El error es comprar mucho, comprar sin pensar, no vestirlo y cansarse de ello a los pocos meses. Es meterse en un bucle de derroche, errores y acumulación.

Comprar muy poco, cuidarlo bien y usarlo con frecuencia durante muchísimos años. Así de fácil. En el caso de la ropa de niños, que cambian de talla en un pestañeo: préstamos, intercambios y segunda mano.

El mismo día me llegaron unas sandalias naranjas de Mango Outlet que, no me quedaban ni siquiera bien, pero que aún así estaba dispuesta a quedarme a pesar de tener varios pares similares. En un momento de lucidez decidí devolverlas.

Todo esto sumado a que tengo varios vestidos con etiqueta en el armario y que he dado ropa a amigas sin estrenar, me hizo darme cuenta de que no podía seguir así.

diario de una compradora compulsiva
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diario de una compradora compulsiva
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¿Qué me aporta comprar ropa de forma compulsiva?

Siempre me ha gustado la ropa y sobre todo comprar ropa, pero desde que empecé a trabajar en ELLE hace ya 16 años, mi consumo fue aumentando paulatinamente. Lo que antes era una actividad que hacía con amigas en ocasiones muy muy especiales o en rebajas se ha ido convirtiendo en compras online semanales y diarias.

¿Por qué? Porque me da una satisfacción rápida e inmediata y también muy efímera. Porque me gusta estrenar. Porque soy de click fácil. Porque no me gusta repetir. Porque soy caprichosa. Y así podría seguir hasta el infinito y más allá.

Me he ido autoengañando diciendo que al menos no soy adicta al alcohol o a las drogas y que no había nada de malo en lo que hacía. Y bueno, además del tema económico, por supuesto que hay algo “malo” en esta adicción. Básicamente estoy escondiendo algo detrás de esta conducta.

Sé que esto no va de ya no comprar nunca más en mi vida sino de comprar mejor. Pero ahora mismo necesito parar. Ordenar. Mis armarios y mi cabeza.

Y sé que no va a ser fácil, porque trabajo donde trabajo, porque a diario os enseñamos la moda que más nos gusta y porque tengo muchos eventos, afterworks, desfiles, viajes de prensa… y como os he dicho antes, me gusta estrenar. De hecho en estos 7 primeros días ya he tenido tentaciones de comprar algunos modelitos que por supuesto ya tengo similares en mis armarios.

¿Lo conseguiré? Ni idea. Os iré contando.

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Carmen Bejerano
Redactora Jefe ELLE.es

Le gusta la fotografía, hacer collages, las series y las películas y por supuesto, viajar. Carmen Bejerano es redactora jefe de ELLE.es, donde lleva trabajando 16 años. Se licenció en Periodismo en la Universidad San Pablo CEU y, desde las prácticas, ha desarrollado su carrera en medios digitales. Necesita probar cualquier novedad de belleza que salga, Instagram no tiene secretos para ella y la ropa le pierde. Dice que algún día hará détox digital y le encontrarán en una isla perdida, pero nadie le cree.