Parece una obviedad pero no siempre elegimos los colores que más nos favorecen. Muchas veces se trata de simple inconsciencia, porque nos empeñamos en seguir las tendencias de la temporada o porque, realmente, no sabemos qué tonos nos hacen estar totalmente radiantes.

El color es la característica que más nos llama la atención de cualquier outfit y, además, nos ayuda a resaltar nuestra belleza natural por lo que deberíamos prestar más atención a este tema si queremos mostrar siempre nuestra mejor versión.

Por supuesto, dentro de la asesoría de imagen, el mundo del color es una de las partes más complicadas y donde intervienen mil factores por eso, hemos contactado con Meña Delgado, consultora de imagen, para que nos de unos rápidos tips y saber, por fin, cuáles son nuestros colores.

¿Cómo sabemos si un color no nos favorece? Tenemos que fijarnos en cómo, en ocasiones, nos marca la ojera, las líneas de expresión, e incluso, ciertos colores en ciertas personas, pueden dar la sensación de tener la piel un tono algo amarillento.

Lo mejor para chequear si un color resalta nuestra belleza es ir colocando los distintos colores que quieras comprobar en un ambiente bien iluminado por luz natural en la zona de debajo del mentón y comenzar a fijarnos con cuáles nos vemos el rostro más iluminados, llegando a difuminar las marcas de la cara que menos nos gustan como la las ojeras o las líneas de expresión.

Como nos comenta Meña, existen cuatro tipologías diferentes de color: invierno, verano, otoño y primavera. Cada una de las anteriores categorías cuenta con una paleta de 30 colores y, para que sea más fácil clasificarlas, debemos saber que existe una división entre tonos cálidos y fríos ya que, en la composición de ambos, los tonos cálidos tienen una base más amarilla y los fríos más azul.

Las tipologías de invierno y verano son tonalidades frías, mientras que, por otro lado, otoño y primavera tonalidades cálidas. Ambas tonalidades frías comparten colores que varían en intensidad, al igual que las tonalidades cálidas. Un ejemplo claro de esto es el rosa fucsia y el rosa cuarzo. Mientras que el primero sería un color de invierno, el cuarzo correspondería a uno de verano. Mismo color, diferente intensidad.

La razón por la que unos colores nos quedan mejor que otros no es otra que nuestros rasgos: color de pelo, ojos y piel, es lo definitivo. Pero, ¿cómo sabemos a qué tipología de color pertenecemos? Aquí te traemos una guía fácil para saber cuáles son tus tonos para no parar de deslumbrar:

Invierno:

Pieles: muy blancas, blancas rosadas, pecas oscuras, aceituna, cetrina.
Pelo: negro oscuro, marrón oscuro, con tonalidades rojizas, gris, rubio platino, blanco.
Ojos: marrón oscuro, marrón grisáceo, azul grisáceo, verde grisáceo, azul oscuro.
Tus colores: negro, gris oscuro, azul cobalto, rosa fucsia, blanco puro y plateado.

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Getty Images

Verano:
Pieles: beige pálido, beige pálido con mejillas rosadas, pecas marrones o rosadas.
Pelo: rubio platino, rubio ceniza, rubio suave, gris azulado, marrón oscuro, marrón suave.
Ojos: azules, gris azulado, verde grisáceo, marrón suave.
Tus colores: azul suave, rosa palo, lavanda, blanco puro, plateado y ciruela.

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Little Blonde Book//Instagram

Otoño:
Pieles: marfil, marfil con pecas (pelirrojas), melocotón, beige dorados, beige oscuro, negro dorado.
Pelo: pelirrojo, cobre, castaño, marrón dorado, rubio dorado, negro acharolado, rubio grisáceo.
Ojos: marrones, ámbar, avellana, verdes, azul turquesa.
Tus colores: marrón oscuro, camel, caqui, naranja, blanco roto y dorado.

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Sea of Shoes



Primavera:
Pieles: marfil, marfil con pecas doradas, beige dorado, mofletes rosas.
Pelo: rubio rojizo, rubio dorado, castaño rojizo, castaño dorado, castaño con degradados rubios naturales.
Ojos: azul grisáceo, azul verdoso, verde claro, marrón dorado.
Tus colores: marrón dorado, amarillo pálido, melocotón, beige, blanco roto y dorado.

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Probar, probar y probar hasta dar con esos colores con los que mejor nos vemos es fundamental. Pero, ¿qué hacemos si nos damos cuenta de que uno de nuestros colores preferidos no nos favorece? No te preocupes, solo tendrás que intentar alejarlo de la cara en tu look como pueden ser en forma de pantalón o, incluso, con un escote muy pronunciado, para que el reflejo en tu rostro no provoque efectos indeseados.

Sin duda, conocer tus colores solo puede traerte cosas positivas: verte y que te vean mejor, ahorrarte mucho tiempo delante del espejo, gestionar mucho mejor tus compras ya que rápidamente acertarás y darle una oportunidad a nuevos colores que te sorprenderán.

Headshot of Rafael Rosco Martín

Rafa es colaborador de moda y actualidad en la web de ELLE. Aunque siempre soñó con ser un chico Disney, su incontinencia verbal y su afán por contar historias hizo que se formara en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Amante del arte en todas sus vertientes, la moda es una de las corrientes que más le atraen, los entresijos de la industria son su ‘guilty pleasure’ y una cerveza es su verdadero talón de Aquiles.