Cuando Grace Kelly estrenó La ventana indiscreta hace setenta años se encontraba en la cúspide de su carrera cinematográfica. La película, que ahora cumple 70 años de su estreno, encumbró a la intérprete y estrechó su relación con el director Alfred Hitchcock, con quien trabajó en otros dos títulos, Crimen perfecto (1954) y la inolvidable Atrapa a un ladrón (1955), su penúltima película antes de contraer matrimonio en abril de 1956 con el príncipe Raniero de Mónaco. El thriller, coprotagonizado junto a James Stewart, contribuyó a hacer de Grace Kelly el icono de estilo elegante y sofisticado cuya influencia perdura a día de hoy. Con motivo del aniversario del film (que a España llegó en 1984), repasamos el increíble vestuario de la película, ideado por la siempre genial Edith Head, con quien Hitchcock trabajó en todas sus películas de Paramount.
Grace Kelly es Lisa Fremont, la glamurosa novia de LB Jeff Jefferies (James Stewart), quien se encuentra encerrado en casa recuperándose de una rotura de pierna, inmovilizado en una silla de ruedas con la pierna escayolada siempre en alto. La primera vez que Fremont aparece en pantalla lo hace luciendo un elegante conjunto bicolor, el look resulta tan espectacular (más aún, al llevarlo la intérprete) que se convierte en tema de conversación entre la pareja. Ella cuenta que es importado de París y que tiene un precio de 1.100 dólares (¡1.100 dólares! de la época). Ese conjunto de alta costura está formado por un cuerpo negro ajustado y una falda de tul con silueta corola en color blanco, con detalles bordados. Aquel look ha pasado a la historia como uno de los más representativos de la película, incluso de Grace Kelly, ya que en las fotos de promoción de la cinta también fue fotografiada con esta creación. El reconocido trabajo de Edith Head como diseñadora de vestuario brilla en esta película, donde el personaje de Grace Kelly evoluciona a la par que su forma de vestir. En esta primera aparición la vemos deslumbrante con una ropa lujosa y delicada que poco parece encajar con el estilo de vida de su pareja, un fotógrafo acostumbrado al barro y amante de las aventuras y que no quiere casarse con su novia porque cree que ella le llevará a renunciar a ese estilo de vida.
El elaborado y elegante vestuario de Grace Kelly contrasta con el de su compañero de reparto. Lesionado de una pierna y sin poder moverse, observando a los vecinos por la ventana como gran entretenimiento, el personaje a quien da vida James Stewart se pasa toda la película ataviado con un pijama. Eso sí, elegante al estilo años 50: camisa de manga larga y pantalón largo, a pesar de que la cinta transcurre en plena ola de calor veraniega. Mientras, su novia en la ficción, aparece y sale de escena dejando embelesado al espectador con sus impecable vestuario. Cuando la vemos por segunda vez lleva un vestido de palabra de honor en color negro, plisado y rematado con un cinturón a juego. Sobre la prenda luce una torera de organza de manga corta que potencia todavía más la sofisticación del estilismo. Las joyas también tienen un peso especial en este y otros looks, con el collar de perlas como gran apuesta. En muchas ocasiones, las joyas que aparecen en pantalla en las películas de Grace Kelly pertenecían al joyero particular de la actriz.
La tercera vez que aparece se presenta en casa de su novio, donde transcurre la acción en su totalidad, vestida con un traje verde agua de chaqueta y falda. Este cambio de estilo es significativo porque muestra a Lisa Fremont con un look algo más relajado al de las escenas iniciales. En este punto, Fremont ya está inmersa en la historia del vecino de Jeff, quien podría estar envuelto en un caso de asesinato, tal y como ha descubierto Jeff observando por la ventana con sus prismáticos. Y esta vez, lleva el pelo recogido (un detalle que no pasa desapercibido a su pareja) en un moño, junto a un sombrero tipo pillbox con rejilla. Ha dejado atrás la elaboración de los looks iniciales, que bien podrían formar parte de la alfombra roja o de un baile de alta sociedad.
Las últimas elecciones muestran a una Lisa Fremont más relajada, justo cuando la trama alcanza su punto de mayor intriga. Sin renunciar a la silueta de inspiración New Look que marca sus primeras apariciones, ahora luce un vestido camisero con estampado de flores y cinturón para destacar el talle, pero no resulta "demasiado" arreglado, como podían ser los vestidos de las escenas iniciales. A pesar de ir cambiando sus elecciones, nunca pierde la elegancia, algo innato en Grace Kelly y que se pasa también a su personaje. Incluso el "pijama" que luce cuando duerme en casa de Jeff, un precioso camisón satinado de color champán, resulta sofisticado al máximo, nada tiene que ver con el pijama del personaje masculino.
El arco del personaje de Lisa Fremont se concluye en la escena final, donde la moda tiene un gran poder simbólico. Tengamos en cuenta que se trata de una película de los años 50 para comprender la decisión de Fremont. No hay ni rastro de vestidos ni zapatos de tacón, Grace Kelly está recostada en el sofá y lleva unos mocasines, vaqueros y camisa coral, un conjunto en las antípodas de sus looks del principio. Otro detalle evidencia el aparente cambio de mentalidad del personaje, que está leyendo un libro sobre las montañas del Himalaya, una lectura propia de su novio. Sin embargo, cuando él duerme, ella saca una revista de moda, su verdadera pasión. En el fondo, sigue siendo la misma.
Elena Muñoz tiene una experiencia de más de una década escribiendo sobre moda. A lo largo de su trayectoria ha cubierto los desfiles de la semana de la moda de Madrid, las alfombras rojas de los premios más importantes del mundo y ha entrevistado a decenas de celebridades y diseñadores. Además, no se pierde ninguna novedad en materia de tendencias. A la hora de escribir sus artículos y reportajes, Elena Muñoz busca siempre una perspectiva más analítica, indagando sobre el simbolismo de las prendas, el significado de las tendencias y curioseando en la historia de la moda, tratando de ir un paso más allá y ofrecer otra visión de la industria, que es mucho más que ropa. Además, le interesa curiosear sobre nuevas firmas independientes, reivindicar las marcas made in Spain y hablar sobre sostenibilidad.
Estudió periodismo y comunicación audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y desde muy pronto se adentró en las redacciones de revistas, donde ha desarollado toda su carrera. Aprendió en las redacciones de Grazia, Glamour y Marie Claire, donde desempeñó funciones de periodista digital pero también se familiarizó con la prensa escrita. Estuvo casi cinco años como editora digital de moda en Hola. En la actualidad colabora con diferentes medios de comunicación, entre ellos Elle. También tiene una newsletter, "El sofá", donde habla de cultura y mujeres que inspiran.