Tras una pandemia y seis olas, con confinamientos de por medio, los intentos de la industria por imponer la esperanza y el optimismo a través de las distintas tendencias se han hecho muy evidentes a lo largo de los últimos meses. La reivindicación del hedonismo en las últimas pasarelas, el relego del minimalismo a un segundo plano o el auge del chaotic chic, la nueva corriente estética en la que impera el exceso y la mezcla indiscriminada de prendas vintage, son algunas de las actitudes que tratan de romper con los tiempos hostiles de la pandemia. Y en este sentido, el uso de colores vivos en la indumentaria forma parte de esta clara y rotunda declaración de intenciones.
A pesar de que el terreno del denim es una categoría que suele escaparse a la influencia de las tendencias de color -está claro que adoramos el clásico azul vaquero y si acaso, hacemos pequeñas concesiones al azul índigo, el negro, el gris, el blanco o sus versiones lavadas-, los guiños que se detectan en el street style y las apuestas más recientes de la moda rápida son muy reveladores. Morado, verde, amarillo, rosa o naranja tiñen los jeans más innovadores de la calle y las colecciones, que por lo general abrazan siluetas rectas, wide leg y tiros altos, en ocasiones con cinturas paper bag y cortes mom, convirtiéndose en absolutos protagonistas de los atuendos, que pueden interpretarse incluso para plantarle nuestra cara más amable al frío.
Vaqueros de colores: manual de uso
Si bien un vaquero azul clásico al uso no supone ninguna dificultad a la hora de combinarse, los tintes tan vibrantes y llamativos quizás pueden echar hacia atrás a aquellas que se declaran más fieles al estilo sencillo y básico, pero si se sabe encontrar una fórmula eficaz para llevarlos sin que comprometa la vocación más minimalista y elegante, incorporar un vaquero morado, rosa o verde a las elecciones estilísticas del día a día, bien merece el intento.
Chispeante y moderno es el efecto que se produce al conjugar un vaquero de color con una parte superior neutra en blanco, beige, gris claro o negro, incluyendo estampados clásicos como las rayas, en forma de camisa, camiseta de algodón, suéter de punto, blazer o chaqueta de cuero. Si apeteciera dar un paso más allá, optar por los estilismos monocolor (prendas a juego con el color de los vaqueros) componen otra forma de abrazar la tendencia sin dejarse llevar completamente por el frenesí cromático.
¿Un golpe de efecto más impactante? Irse a los bloques de color combinando tonalidades vivas entre sí (morado y verde, amarillo y morado, rosa y azul) recuperando la tendencia color block que sorprendió a inicios de los 2010. Para un look más dulce, la recomendación sin duda, es seguir esta misma receta pero rebajando el tono y virando hacia los matices pastel (amarillo bebé, lila, rosa pastel), sin olvidar añadir textura de la mano de estampados jacquard.
Y el punto inesperado lo pone la conjugación de un vaquero de color con tonos tierra y caqui (morado y terracotta, verde y caqui) o color vivo con tonos clásicos como el burdeos o el azul marino, impecables con verde y naranja intenso.
Adriana es periodista y ha pasado por prensa escrita, la redacción de la revista MIA y diversos medios digitales como ELLE Digital y Zankyou Weddings, escribiendo sobre moda , tendencias, novias, wedding planning, decoración, interiorismo y trucos del hogar. Con experiencia y formación en comunicación corporativa y marketing digital, en los últimos años se ha especializado en el ámbito de los contenidos digitales, trabajando además como content especialista y copywriter para diferentes marcas de moda. De 2010 a 2021 ha sido editora del blog de moda de ELLE, Time for Fashion, y en la actualidad continúa compartiendo consejos sobre estilo, armario cápsula y las tendencias de moda más virales en ELLE.es. IG: @timeforfashionmag / Mail: timeforfashion@hotmail.com