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El debate en torno a la sostenibilidad en la moda ha dado pie a más estrategias de marketing y discursos coloreados de verde que a propuestas realmente significativas. No obstante, el hecho de que el impacto medioambiental de la industria sea ya un tema de conversación recurrente resulta positivo. Si bien todavía queda mucho recorrido por delante, hemos empezado a acostumbrarnos a poner en práctica ciertos hábitos a la hora de comprar ropa. Por ejemplo, fijarnos en la procedencia de las prendas que cuelgan en las tiendas, los materiales empleados para su confección, si se emplean tejidos naturales o reciclados... Pero, ¿qué pasa con el universo de la joyería? En un mundo en el que proliferan las firmas de bisutería y joyería, es importante distinguir aquellas que defienden una filosofía comprometida con el planeta. Construir un joyero sostenible también es posible y estas firmas lo demuestran.
Rastrear de dónde proceden los metales y las gemas
El pilar fundamental de la sostenibilidad se cimenta sobre una producción controlada, alejada de la voracidad del fast fashion y los lanzamientos continuos de novedades. Las firmas que apuestan por un modelo de negocio bajo pedido empiezan a abundar también en el ámbito de la joyería. Es el caso de la española mosquito, un sello independiente que evita la acumulación de stock y reduce los desperdicios porque solo fabrican aquello que van a vender. Además, colaboran con empresas locales y para sus piezas, inspiradas en el mar, la moda y el surf, emplean gemas rastreables. En palabras de la marca: "mosquito solo trabaja con proveedores que garantizan el origen de la gema y además su extracción se realiza de forma ética, cumpliendo con los objetivos UNSDG [Grupo de Naciones Unidas para el Desarrollo]. Con estos objetivos, garantizamos condiciones de trabajo dignas, respeto por el medio ambiente".
Del oro reciclado a los diamantes sintéticos
Dar una segunda vida a metales y gemas es otra forma de abogar por la sostenibilidad, si bien los procesos de reciclaje de metales también pueden tener cierto impacto ambiental (en términos de gasto energético, por ejemplo). Emplear oro reciclado - así como plata, gemas o cualquier otra materia prima empleada habitualmente en joyería- ha dejado de ser algo anecdótico para convertirse en una práctica habitual, sobre todo entre las firmas de joyería más jóvenes. Jirula es una marca de joyería de muy reciente creación y todos sus diseños miran en esa dirección al estar elaborados a partir de piezas de oro y figuras de corales y turquesas vintage talladas a mano. En esta primera colección cápsula formada por 20 piezas, la diseñadora Julia Sanchís Meseguer ha optado por utilizar "materia noble recuperada para una segunda y definitiva oportunidad", dicen desde la firma.
El reciclaje también está muy presente en Resaca, la colorida e irreverente marca de bisutería afincada en Valencia y fundada en 2020 por Carla Dito y Sergio Valverde. En su caso, reutilizan plástico para elaborar sus accesorios hechos a mano. Entre sus propuestas, encontramos pendientes maximalistas de inspiración pop, adornos para colgar en el bolso, collares que son pura extravagancia... La versión creativa del reciclaje, el llamado upcycling, define las creaciones de Mateu-lo, del diseñador de accesorios Mateo Gargallo Aguilella. Desde que el proyecto vio la luz en 2019, la marca ha colaborado con diseñadores como Palomo Spain o Dominnico y ahora se ha especializado en collares, realizados a partir de abalorios de cristal o sobrantes plásticos.
La extracción de piedras preciosas tampoco juega a favor del planeta, y en muchos casos la transparencia del proceso brilla por su ausencia, dificultando el saber si en los lugares donde se obtienen ciertas materias primas (de diamantes a zafiros, esmeraldas o rubíes, por citar algunas de las más empleadas) se respetan los derechos de los trabajadores. Por eso, no es de extrañar el auge de los diamantes sintéticos, fabricados en laboratorios. La marca española Rêver nació en 2021 precisamente con el objetivo de reivindicar la transparencia en la industria joyera. Sus piezas, de aire minimalista y contemporáneo, combinan oro reciclado con diamantes sintéticos. "Los diamantes creados en laboratorio tienen exactamente la misma composición química, estructura cristalina, propiedades ópticas y físicas que los diamantes extraídos de las minas. La única diferencia entre ambos es su punto de origen: bajo tierra para un diamante extraído, sobre la tierra para un diamante creado", se puede leer en su web acerca de estas piedras preciosas.
La circularidad de la joyería "vintage"
A la hora de construir un joyero sostenible, hemos mencionado la relevancia de la producción controlada, también la importancia de emplear materiales reciclados -ya sean metales, gemas o cualquier otro material apto para la fabricación de joyas- o el uso de prácticas de upcycling como alternativa a la fabricación tradicional. Junto a todo ello, no podemos obviar el sector de la joyería vintage, un mercado de gran popularidad, y fácil de vincular con la sostenbilidad gracias al concepto de circularidad que encierra el propio concepto de la compra vintage. Proyectos españoles como Urbieta Antique o Joyas Antiguas Sardinero, especializados en piezas de joyería antiguas, ofrecen un amplio catálogo de opciones si se busca empezar a invertir en piezas de calidad y con historia. En este sentido, Pilar Lobato, fundadora de Joyas Antiguas Sardinero y experta en piezas vintage "recomienda empezar a invertir en joyas que vayan a tener un gran significado toda nuestra vida y que guardaremos para siempre como; un anillo de pedida, un colgante especial o unos pendientes de diamantes que podrán llevar nuestras hijas o nietas en su boda", comentan desde la marca.
Elena Muñoz tiene una experiencia de más de una década escribiendo sobre moda. A lo largo de su trayectoria ha cubierto los desfiles de la semana de la moda de Madrid, las alfombras rojas de los premios más importantes del mundo y ha entrevistado a decenas de celebridades y diseñadores. Además, no se pierde ninguna novedad en materia de tendencias. A la hora de escribir sus artículos y reportajes, Elena Muñoz busca siempre una perspectiva más analítica, indagando sobre el simbolismo de las prendas, el significado de las tendencias y curioseando en la historia de la moda, tratando de ir un paso más allá y ofrecer otra visión de la industria, que es mucho más que ropa. Además, le interesa curiosear sobre nuevas firmas independientes, reivindicar las marcas made in Spain y hablar sobre sostenibilidad.
Estudió periodismo y comunicación audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y desde muy pronto se adentró en las redacciones de revistas, donde ha desarollado toda su carrera. Aprendió en las redacciones de Grazia, Glamour y Marie Claire, donde desempeñó funciones de periodista digital pero también se familiarizó con la prensa escrita. Estuvo casi cinco años como editora digital de moda en Hola. En la actualidad colabora con diferentes medios de comunicación, entre ellos Elle. También tiene una newsletter, "El sofá", donde habla de cultura y mujeres que inspiran.