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Mocasines con plataforma frente a bailarinas planas; jerséis oversize frente a diseños entallados, minifaldas de tablas y faldas de silueta lápiz... las tendencias que definen el armario actual reflejan algo llamativo: se lleva todo al mismo tiempo. Por eso cada vez más gente interesada en el mundo de la moda se pregunta, ¿tiene sentido hablar de tendencias en un tiempo donde se lleva una cosa y la contraria? Y en la misma dirección, ¿es posible construir un estilo propio cuando en muchas ocasiones la inspiración procede del mismo lugar, es decir, las redes sociales? El denominado fashion burnout, un concepto que podríamos traducir como hartazgo de moda, tiene que ver con esa sensación de vestir todos iguales. Nunca habíamos tenido tanta ropa en el armario y, sin embargo, parece que nos dirigimos cada vez más hacia un estilo más uniforme y menos diferenciado. Igual que sucede con las grandes ciudades, poco a poco menos auténticas y con las mismas tiendas y restaurantes, el armario empieza a perder personalidad. ¿Estamos a tiempo de evitarlo?
En opinión de Domingo Delgado, psicólogo clínico y experto en coaching de imagen, el estilo personal nunca podrá desaparecer ya que "es la forma de expresión individual de las personas" y, en su opinión, eso "va más allá de la indumentaria y accesorios". Bajo su punto de vista, el aluvión de microtendencias que las marcas de moda proponen con sus novedades constantes, y que redes como TikTok viralizan bajo la etiqueta -core, funciona tan bien porque a la hora de "categorizarlo todo con la etiqueta -core, como si fueran pequeñas identidades efímeras", se fomenta cierto "impulso por buscar un sentido de pertenencia exprés en el exterior". Es decir, si está de moda vestir como si viviéramos en el campo en su versión más idealizada (el llamado gardencore), al elegir nuestro atuendo de acuerdo a esa estética entraremos a formar parte de ese grupo de personas interesadas por esa tendencia en concreto o por la moda en general. Con todo, Bianca Fuentes, estilista y fundadora de Estilismo Consciente, sostiene que "las microtendencias y el hiperconsumismo han desdibujado el propósito original de la moda como un medio de expresión y un reflejo de nuestro tiempo e identidad. En este contexto, las etiquetas -core parecen más un producto del ruido digital que una manifestación significativa".
Para Fuentes, el estilo personal sí está en la cuerda floja en estos tiempos ya que para la experta "el estilo personal siempre tiene algo de reflexión detrás, y desde luego esto tiene que estar alineado con nuestra forma de consumir". En este sentido, Fuentes aboga por una forma de consumir moda menos frenética, más pausada y con conciencia: "Es un proceso que requiere tiempo (...) lo cual va en contra de la inmediatez que es casi una exigencia". A veces, puede resultar "mucho más fácil copiar y comprar a otros que ya cuentan con la aprobación" que "cuestionarse a uno mismo y aprender todo lo necesario para consumir mejor". Y en ese consumir mejor, hay que distanciarse de las compras impulsivas alimentadas por la rueda de las microtendencias. Esas novedades que parecen estar por todas partes en un momento dado, terminan por desaparecer pasadas unas semanas.
Un ejemplo: ¿alguien ha vuelto a oír hablar del estilo coquette, esa forma de vestir donde los lazos eran los protagonistas absolutos? A comienzos de año estaba por todas partes pero doce meses después la tendencia casi ha desaparecido por completo. Así lo refleja Google Trends, la herramienta de Google que analiza el volumen de búsquedas de la plataforma. El término coquette acumulaba cuatro veces más búsquedas en el mes de enero que en diciembre de 2024. En definitiva, si alguien quiere mantener su estilo personal y no le gustan los lazos, mejor dejarlos a un lado. O al contrario, si te encanta este accesorio, no lo deseches porque ya no sea tendencia, así esquivarás también caer en el fashion burnout y mantener la ilusión y el interés por tu ropa. Como comenta Fuentes, "si las tendencias carecen de profundidad, los mensajes son bastantes vagos y generalizados, y un mensaje vacío tiene un impacto muy corto".
En busca del estilo personal
Según Delgado, "el autoconocimiento" es la base sobre la que se cimenta el estilo personal: "No es posible saber cómo expresarte si no sabes lo que llevas dentro. La experimentación estética se queda vacía si no hay valores detrás que la fundamenten". La estilista Bianca Fuentes coincide al señalar que "lograr un estilo propio requiere un ejercicio de autoconocimiento y consciencia, porque está influenciado por muchos factores: dónde vivimos, nuestra autoestima, el entorno, el estilo de vida, razones éticas y culturales, entre otros".
Por tanto, la moda pasa a un segundo plano a la hora de construir un estilo personal, hay que ver más allá de la ropa e iniciar un viaje introspectivo que nos permita conocernos. Después, podremos moldear nuestro armario acorde a nuestros gustos e intereses. "Una clave para conseguirlo es dejar de depender de las tendencias como normas rígidas, buscar nuestra propia tribu con valores más profundos y cultivar una vida con sentido y propósito. Hacerlo curiosamente ayuda también a proyectar una imagen más auténtica e inspiradora", añade Delgado. Y una vez que se ha conseguido crear ese estilo propio, es normal que este cambie y evolucione ya que es algo flexible y no sujeto a norma alguna. "Es importante entender que el estilo personal no se tiene que reflejar como algo rígido, sino que evoluciona junto con nosotras y nuestras circunstancias. Por eso, no debemos temer a los cambios; al contrario, hay que abrazarlos si reflejan nuestra transformación personal o los cambios en nuestra vida". Con el nuevo año en el horizonte, nada mejor que aprovechar la sensación de nuevos comienzos para iniciar ese proceso de construir un armario propio y personal.
Elena Muñoz tiene una experiencia de más de una década escribiendo sobre moda. A lo largo de su trayectoria ha cubierto los desfiles de la semana de la moda de Madrid, las alfombras rojas de los premios más importantes del mundo y ha entrevistado a decenas de celebridades y diseñadores. Además, no se pierde ninguna novedad en materia de tendencias. A la hora de escribir sus artículos y reportajes, Elena Muñoz busca siempre una perspectiva más analítica, indagando sobre el simbolismo de las prendas, el significado de las tendencias y curioseando en la historia de la moda, tratando de ir un paso más allá y ofrecer otra visión de la industria, que es mucho más que ropa. Además, le interesa curiosear sobre nuevas firmas independientes, reivindicar las marcas made in Spain y hablar sobre sostenibilidad.
Estudió periodismo y comunicación audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y desde muy pronto se adentró en las redacciones de revistas, donde ha desarollado toda su carrera. Aprendió en las redacciones de Grazia, Glamour y Marie Claire, donde desempeñó funciones de periodista digital pero también se familiarizó con la prensa escrita. Estuvo casi cinco años como editora digital de moda en Hola. En la actualidad colabora con diferentes medios de comunicación, entre ellos Elle. También tiene una newsletter, "El sofá", donde habla de cultura y mujeres que inspiran.