Este sábado ha sido un día importante para la familia real. Con la princesa Leonor de vuelta a casa, seis meses después del último acto público de la heredera, los reyes Felipe y Letizia, sumando a la infanta Sofía, han protagonizado un evento con mucho significado. Los cuatro han visitado el Centro de recepción, acogida y derivación (CREADE) de refugiados en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón.
Con esta visita, los Reyes han enviado un mensaje de solidaridad y apoyo a los refugiados ucranianos. Este centro, que se puso en marcha el pasado 11 de marzo, ha atendido desde entonces a más de 10.000 personas. Para la cita, la reina Letizia ha optado por un conjunto de chaqueta y pantalón en un look bicolor en blanco y negro. Iba a tono con el de la princesa Leonor, que ha hecho un guiño a Ucrania, que ha seguido los pasos de la Reina, que también homenajeó a Ucrania.
Los últimos estilismos de Letizia Ortiz nos habían dejado una apuesta por su básico más infalible: la falda de cuadros de Massimo Dutti con blusa blanca; y también un estreno para un look de invitada -ahora que es la temporada- más que ideal, un vestido burdeos de Carolina Herrera que hace tipazo en Inglaterra. Para la cita tan simbólica de hoy, la Reina ha optado por un "outfit" elegante y muy cómodo, compuesto por una chaqueta negra entallada de Hugo Boss, con la que ha marcado todavía más cintura y "silueta fit" gracias un cinturón ajustado bajo el pecho.
La americana no cuenta con botones y la llevaba levemente cruzada, y bajo ella vestía un top negro básico de escote recto. Añade unos pantalones blancos de vestir, de pata recta ancha y silueta "oversize" y largo tobillero.
Para finalizar el estilismo la reina Letizia añadía unas cómodas bailarinas bicolores, de Hugo Boss, con un pequeño tacón y dos texturas: una "efecto rejilla" y la puntera fina, en negro.
